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El champán, la sidra o el vino espumante son infaltables, pero hay alternativas, otras bebidas, como los cócteles, que también pueden sumarse al disfrute de ese momento especial. Con ellas podemos deleitarnos, antes, durante y después de la cena. Los tradicionales cócteles para estas fiestas suelen ser elaborados a base de frutas de estación con variados vinos y licores, que, bien combinados, seducen los sentidos.
El clericó. Tradicionalmente nuestro, ofrece una infinidad de combinaciones. Podemos prepararlo de esta forma: picar las frutas escogidas, y agregarles muy poca azúcar, un poco de jugo de naranja y vino tino o blanco. También lo podemos hacer con sidra o champán, según las preferencias y el presupuesto. Se disponen los ingredientes dentro de una jarra, una coctelera o, mejor, en un cántaro de barro, y se los deja reposar durante una hora antes de servir.
La sidra. Bebida muy arraigada en nuestro país, obtenida a partir del mosto de manzana prensado y fermentado en barriles de castaño. Contiene baja graduación alcohólica (de 3 a 8 %). La sidra es una compinche imprescindible en las celebraciones navideñas y de Año Nuevo.
El champán. No existe mejor momento que durante las fiestas de fin de año para brindar, y no hay bebida más festiva que el champán. Para la ocasión, lo ideal sería optar por uno ligero y de un sutil toque ácido.
Para reconocer un buen champán se distingue por el efecto de una suave caricia que produce en el paladar, deslizando memorias de frutas y frescura. El champán debe presentar burbujas finas y persistentes, textura cremosa, buena acidez y larga reminiscencia.
Se clasifican de acuerdo al grado de azúcar que poseen. El más seco es el Extra Brut, buena idea como aperitivo y brindis. Esta variedad contiene unos pocos gramos de azúcar y puede acompañar una comida de principio a fin. Por su parte, el Demi Sec es dulce y va muy bien con postres y helados.
La infaltable cerveza
La gran predilecta del país es una de las bebidas más consumidas en el mundo. La presencia del alcohol va de 2 a 6 %, está compuesta de 94 % de agua, y aporta unas 46 calorías cada 100 g. Para saber si la cerveza es buena, los expertos observan la espuma: si se adhiere al lado del vaso después de cada trago, es de calidad.
Lo correcto es servirla bien helada, con dos dedos de espuma. Recordemos que se trata de una bebida informal, perfecta como aperitivo o acompañamiento del asado y, por qué no, como refrescante en una calurosa noche.
Las “sin alcohol”
Si hay niños pequeños o personas que no consumen alcohol, transformemos los jugos frutales en “tragos infantiles o sin alcohol". Solo hay que alternar los jugos, considerando sus colores, densidades y agregarles cascaritas de naranjas o cerezas en almíbar. Así, todos podrán elevar las copas para expresar sus deseos para el nuevo año.
Elijamos lo que elijamos, en estas fiestas de Navidad y Año Nuevo brindemos por la amistad, el amor y la pasión, por todo lo lindo que existe en nuestra vida y por el simple hecho de vivir.
Hasta la próxima entrega…
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