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Actualmente, cada vez más son los novios que optan por casarse en la playa a orillas del mar, ya que la celebración se convierte en una ceremonia romántica, cortejada por el suave susurro de las olas, acompañada de una delicada brisa marina, pájaros de costa en vuelo, y la línea de océano y cielo azul en el horizonte como testigos de la unión sacramentada.
Hoy, un casamiento en la playa es más fácil de planificar, ya que –en la mayoría de los casos– resulta también una solución sencilla, económica y elegante cuando no se dispone del tiempo y los recursos necesarios para la organización de una boda tradicional. Puede llegar a ser mucho más divertida para todos, incluyendo a los invitados y, para los novios, termina siendo una experiencia única y maravillosa.
Si la idea es realizar una fiesta de bodas más elegante con un considerable número de invitados, la sugerencia sería organizar el festejo en algún hotel de playa, club o restaurante, con una buena vista al mar, instalaciones junto a la playa o algún otro espacio cercano para la realización de la ceremonia, que disponga de un salón o toldo apto para llevar a cabo la recepción o el brindis.
Es muy importante estar atentos a posibles cambios meteorológicos, como las variaciones de temperatura, vientos fuertes, tormentas, tempestades u otros factores climáticos que puedan dificultar el evento. A modo de precaución frente a estos posibles inconvenientes, resultará muy útil destinar y preparar de antemano algún espacio cerrado como segunda opción, en el que se pueda llevar a cabo la actividad posterior a la ceremonia.
Para todo esto, existen excelentes propuestas en el mercado y variedad de opciones válidas en diversas zonas turísticas, dependiendo de la ubicación geográfica y la época del año escogida. Es importante solicitar anticipadamente la reserva de fecha para la boda, a fin de hallar espacios disponibles y poder elegir el día con mayor tranquilidad.
La ceremonia
Es importante decidir con cuidado la hora en la que se iniciará la ceremonia, evitando realizarla al mediodía, pues el calor podría ser agobiante. Lo más recomendable es celebrarla al atardecer, una vez que el sol haya bajado; además de disfrutar en ese horario de un clima más agradable, es una excelente oportunidad para deleitarse de los hermosos colores y paisajes que la puesta de sol puede regalarnos.
A los que decidan realizar este tipo de ceremonia, ¡que tengan una inolvidable y romántica fiesta de bodas!
En el viernes siguiente: etiqueta de los novios e invitados para bodas en la playa.
Hasta la próxima entrega…