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El 23 de abril ha llegado al mundo el tercer hijo de los duques de Cambridge, el príncipe William y Kate Middleton. Ha nacido como sus dos hermanos, George y Charlotte, en el Ala Lindo del Hospital St. Mary en Paddintong (Londres).
El bebé ha pesado 3,9 kg y ha nacido a las 11:01 (hora inglesa), después de que su madre ingresara a primera hora de la mañana en dicho hospital, así lo informaba la Casa Real a través de un comunicado. Aunque no ha sido el primer y único comunicado, ya que con la llegada de un nuevo miembro en la familia, los royals británicos tienen que seguir unas normas que dicta el protocolo.
El nombre
La reina debe ser la primera en enterarse del nacimiento; después, los ginecólogos redactan un certificado de nacimiento oficial, que es escoltado por los ayudantes reales y por la policía hasta Buckingham Palace, según informa la revista ¡Hola!, para ser colocado en el patio de la residencia real, con el propósito de que todos los ciudadanos pueden leerlo.
Estuvo colocado durante un día en este lugar, tal y como se lleva haciendo desde 1837. En el documento se pudieron apreciar las características del recién nacido, como el peso, el sexo, pero para saber el nombre, tendremos que esperan un par de días, aunque en el caso del padre del niño, se esperó hasta una semana para conocer el nombre.
(N. de la E.: hasta el cierre de nuestra edición no se había dado a conocer dicho nombre).
Entre las casas de apuestas despuntaban Albert, Arthur y James, sobre todo. Albert fue el esposo de la reina Victoria, tatarabuela de Isabel II, y Arthur fue duque de Connaught y el séptimo hijo de esta reina. Los duques tienen la labor de elegirlo, pero siempre deben contar con el visto bueno de la máxima royal, por encontrarse tan cerca del trono. El número de nombres varían normalmente entre tres y cuatro, pero siempre deben ser tradicionales, con carácter y deben llevar en la familia mucho tiempo.
Pregonero y cañonazos
Con el tercer hijo de los duques han llegado salvas de honor de 62 cañonazos desde la Torre de Londres y 41 desde Green Park, muy cerca de la residencia de la soberana Isabel II. Igualmente, llegan todas las curiosas tradiciones que tiene la familia real cuando nace un nuevo heredero, pues se trata del sexto bisnieto de la reina Isabel II y del quinto en la línea de sucesión británica, quitándole este puesto a su tío, el príncipe Harry.
La más curiosa y antigua de las tradiciones es que el nacimiento se anuncia a través de un pregonero. Esta figura nació en la Edad Media, cuando la mayoría de las personas del pueblo no sabían leer o escribir y se precisaba de alguien que narrase lo ocurrido.
Look homenaje
Con relación al bautizo, suele realizarse poco después de la llegada al mundo del baby royal, cuando el pequeño cuenta con un mes o dos de vida. Aquí surge la duda con el nuevo miembro, puesto que en menos de un mes –19 de mayo– es la boda del año: la del príncipe Harry con Meghan Markle.
Esto lleva a pensar que el pequeño será bautizado antes o después, convirtiendo a mayo en un mes lleno de celebraciones para la familia real. En el bautismo se suelen contar con dos padrinos, pero estos bebés cuentan con hasta seis, quienes suelen estar presentes en las fotos oficiales, facilitadas horas más tarde por la institución real.
Batiendo su propio récord, hemos podido ver a los duques en la puerta del Ala Lindo, en el que ha tenido lugar el alumbramiento, siete horas después del nacimiento del nuevo hijo de los duques de Cambridge.
Kate Middleton, una vez más, ha rendido homenaje a la princesa Diana, vistiendo un vestido rojo de media manga con cuello bebé de bordados florales blancos; un look muy parecido al que llevó la madre del príncipe William en su aparición pública tras dar a luz al príncipe Harry, hace 33 años.
EFE/Reportajes
Fotos: EFE