Cargando...
Luego de una visita al especialista, y si este lo aconseja, se puede practicar yoga con el fin de que el movimiento fortalezca la musculatura cercana a la columna vertebral, de manera a obtener un alivio y bienestar hasta emocional. Soledad Acosta, instructora de kundalini yoga, del Espacio Holístico Samu’u, explica que si el dolor es muy intenso, a veces, lo más recomendable es respirar conscientemente (respiraciones largas y profundas) para ir distendiendo, bajando el estrés y calmando las emociones. “Desde el yoga hay varias posturas que ayudan a fortalecer la zona lumbar; por ejemplo, ‘gato vaca’, que se inicia apoyado sobre las manos y rodillas, en cuatro apoyos. Las manos separadas al ancho de los hombros y las rodillas debajo de las caderas. Inhalá y llevá tu cuerpo a la posición de vaca, arqueando la columna hacia abajo. Exhalá y ve a la posición de gato. Redondeá tu columna arqueándola hacia arriba y presionando la barbilla hacia el pecho. Realizá la postura lenta y conscientemente. Acompañá todo el movimiento con la respiración. Podés incrementar la velocidad durante 1 a 3 min”.
La siguiente postura, denominada “de bebé”, la describe así: “Sentate sobre tus talones e inclinate hacia adelante hasta que tu frente toque el suelo. Colocá los brazos a los lados con las palmas de tus manos mirando hacia arriba. Inhalá y exhalá en la postura, de 1 a 3 min”.
Otros movimientos que hacen bien a la columna son los levantamientos pélvicos. “Acostate boca arriba, doblá las rodillas, los pies apoyados sobre el suelo, tomate de los tobillos (o la posición alterna: los brazos al costado del cuerpo). Inhalá, fijá el punto del ombligo y elevá las caderas. Exhalá, bajá las vértebras en secuencia, utilizando los muslos y glúteos, y extendé la actividad de 1 a 2 min”, finaliza la experta.
Poderosa respiración
“La respiración larga, profunda y consciente ayuda a relajar las tensiones que son, en ocasiones, las causantes de los dolores en la espalda. Sentado, acostado o en postura fácil (sentado con las piernas cruzadas) se puede practicarla. En la respiración natural, el punto del ombligo se mueve hacia fuera en la inhalación, y hacia adentro y arriba en la exhalación. Usamos la inhalación para expandirnos y la exhalación para alargarnos. Se puede empezar con 3 min e ir aumentando hasta 6 u 11 min”, aconseja Soledad.
Modificá los hábitos
Entre los beneficios extras del yoga se hallan “el cambio hacia un estilo de vida saludable que se manifiesta naturalmente. No hay obligaciones en el yoga. Sin embargo, la práctica constante nos hace más conscientes del cuerpo y vamos sintiendo la necesidad de modificar ciertos hábitos que no nos hacen bien. La búsqueda de una dieta saludable y nutritiva es lo que la mayoría experimenta. No olvidemos que las articulaciones sufren menos cuando reducimos el peso que soportan”.
mirtha@abc.com.py
Fotos ABC Color