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Cinco veces duquesa, 18 veces marquesa, condesa por otras 20, vizcondesa, y 14 veces grande de España; así lo certifica el libro Guinness de Récords en su edición 1998. Hija única de Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII duque de Alba, y María del Rosario de Silva y Gurtub, fue la tercera mujer en dirigir la Casa de Alba por derecho propio, y con su desaparición física, también se convierte en la última. Con anterioridad, otras mujeres de la familia llevaron el título, pero únicamente como consortes y no como herederas directas.
Falleció en su querida Sevilla, España, por complicaciones de una neumonía y secuelas de otros achaques de su salud. Sus restos incinerados descansan en una de las capillas laterales de la iglesia del Valle en Sevilla, a los pies de la imagen del Jesús de la Salud y de María de las Angustias. Esa fue su voluntad, por ser muy devota del Jesús de la Salud, y benefactora del santuario. No obstante, antes de que sus cenizas se depositaran en el lugar, se celebró una ceremonia religiosa de cuerpo presente en la catedral de Sevilla ante 4500 personas. Esto sin contar las miles de almas que se congregaron en las inmediaciones para dar su último adiós. En representación del monarca español Felipe, acudió su hermana mayor la infanta Elena.
Inquieta vida
Cayetana fue una apasionada del arte, la cultura y los viajes, así como del flamenco y los toros. Amiga de Grace Kelly, Jackie Kennedy e Isabel de Inglaterra, también era pariente de Winston Churchill. Artistas como Alejandro Sanz y Antonio Banderas enviaron coronas a su capilla ardiente. La duquesa de Alba fue madre de seis hijos: Carlos, el mayor, quien ahora queda como duque de Alba tras la muerte de su madre; Alfonso, Jacobo, Cayetano, Fernando y María Eugenia; todos fruto de su primer matrimonio con Luis Martínez de Irujo, quien falleció de leucemia, tras 25 años de matrimonio.
Cayetana se casó por segunda vez en 1978 con Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate, doctor en Teología y exsacerdote jesuita. Aguirre dejó viuda por segunda vez a la duquesa 23 años más tarde, a causa de un cáncer de laringe. Un tercer amor llegó con Alfonso Díez, un funcionario 20 años menor que ella. La relación fue duramente rechazada por los hijos de la duquesa, quienes manifestaron que el patrimonio de la Casa de Alba corría riesgo. Fue así que el reparto de su herencia —valorada en unos 3000 millones de euros— lo realizó en vida en febrero de 2011, y, de este modo, poder casarse en paz con Alfonso. Él, junto a sus hijos, la acompañaron hasta sus últimos días.
Educación
Desde su nacimiento, Cayetana gozó de una esmeradísima educación de la mano de su primera institutriz miss Willison, pero tras la enfermedad de su madre, se decidió enviarla al colegio de la Asunción de Madrid, donde recibió sus primeras lecciones, para luego trasladarse a Francia, donde fue matriculada en el colegio de la Asunción de París.
Cuando su padre fue trasladado a Londres como embajador, Cayetana asistió a un colegio de Kensington, donde se le brindó una esmerada educación, que, además, era reforzada con las clases particulares. Con el tiempo, y luego de hablar perfectamente el inglés, recibió educación de la lengua alemana de su institutriz Frau Dorphi, y español y cultura española de la mano de Elvira Yebra. Es así que como fruto de su esmerada educación, hablaba con fluidez cinco idiomas. Además del castellano, hablaba inglés, francés, alemán e italiano.
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