Acidez

Probablemente muchas mujeres sufren de acidez durante el embarazo, inclusive algunos niños manifiestan el malestar. Conozcamos los motivos de la mano de los especialistas.

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La acidez o pirosis, conocida también como el py’a hái, es un síntoma que se relaciona al pasaje anormal del contenido del estómago muy ácido hacia el esófago. Esta sustancia puede ser el ácido clorhídrico (jugo gástrico) o también el alimento ingerido que se encuentra en el estómago.

Este problema le puede ocurrir a cualquier persona, incluso a niños. Cuando se producen síntomas molestos, principalmente, que interfieren con la calidad de vida, como una lesión de las capas internas del esófago (esofagitis) u otros síntomas extraesofágicos se lo conoce como reflujo gastroesofágico (ERGE) o acidez crónica. “Alrededor del 3 % de los adultos sufren acidez diaria y un 30 % la presenta, por lo menos, una vez al mes. En general, la acidez se presenta de diversas formas, como un dolor que quema el pecho o detrás del esternón, ardor o dolor quemante en la boca del estómago, sabor amargo que asciende hasta la boca o una sensación de que el alimento vuelve a la boca. También puede presentarse solo durante el día o después de las comidas. Muchas personas hasta se despiertan a la mitad del sueño por la molestia que le provoca o por un exceso de tos con ahogo”, explica la doctora Delia Becker, miembro de la Sociedad Paraguaya de Gastroenterología y Endoscopía Digestiva.

Prevención

“El reflujo gastroesofágico se produce por una falla transitoria o permanente en diversos mecanismos, que constituyen una barrera que protege al esófago del jugo ácido del estómago”, señala la especialista. Normalmente, cuando el alimento ingresa al estómago, una banda de músculos, que se encuentra al final del esófago, cierra dicha parte. Si esta banda no logra cerrarse bien, los contenidos pueden devolverse hacia el esófago e irritarlo, causando acidez y otros síntomas. Existen numerosos factores que agravan este estado, como lo son la obesidad, la presencia de una hernia hiatal, el tabaco, la ingesta de alcohol y el consumo de medicamentos que son irritantes para el estómago, como antiinflamatorios, antiespasmódicos, hormonas y fármacos para el corazón o la osteoporosis”.

Tratamiento

La doctora Becker asegura que los tratamientos comprenden medidas generales, por ejemplo, el descenso de peso, la prevención de tabaco y alcohol, y la no utilización de prendas ajustadas. Los cuidados que se deberán tener en cuenta son: evitar alimentos que irriten la mucosa del estómago, ya que aumentan la secreción del jugo gástrico ácido, haciendo la digestión más lenta, al igual que es importante esperar una o dos horas después de comer, tanto para descansar como para realizar una actividad física. “Las frituras, comidas ricas en grasas, los chocolates y las bebidas que contengan cafeína, mateína o teína, se recomienda no consumirlas. Del mismo modo, se debe moderar el consumo de jugos cítricos, bebidas carbonatadas (gaseosas), jugos procesados en polvo, salsas procesadas o conservas, alimentos muy condimentados con especias picantes, y golosinas”. Para alcanzar una mejoría ante la aparición de la acidez se puede recurrir a los antiácidos, aunque los más efectivos son los procinéticos y, principalmente, los inhibidores de la bomba de protones, ambos son, actualmente, la medicación de primera línea, pero deben ser prescritos por el médico clínico o el especialista en gastroenterología, para asegurar un tratamiento oportuno y adecuado.

Consulta

La doctora Becker alerta que muchas personas con acidez no consultan con los profesionales de la salud, por lo cual insta a los que la padecen a acudir al médico clínico o gastroenterólogo en cualquiera de las siguientes condiciones: si la frecuencia de la aparición de la acidez es de dos o más veces por semana o si presenta el síntoma hace varios años y persiste a pesar de un tratamiento adecuado.

EMBARAZO

Es frecuente que la acidez se presente durante el embarazo, más bien por la compresión mecánica del estómago, ya que el útero aumenta de tamaño. La placenta produce la hormona progesterona que relaja los músculos lisos del útero y también relaja la válvula que separa al esófago del estómago, de forma que los ácidos gástricos vuelven desde el estómago hacia el esófago y se produce la sensación de acidez. Por ello, la doctora Becker recomienda dormir con la cabecera levantada unos 45 grados, evitar ropa ajustada, hacer ejercicios, y añadir los consejos anteriormente citados.

Texto dbattilana@abc.com.py

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