A deshoras

Cuando el hambre aparece, lo único que uno desea es complacer ese “pedido” para calmar los ruidos que se escuchan desde el estómago, sin embargo, algunas personas comen sin sentir la necesidad fisiológica, sino en respuesta a un impulso que puede generar un trastorno de alimentación.

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La comida es un verdadero placer para la vista, el paladar y el cuerpo, es por eso que la mayoría de los amantes del buen gusto se deleita al momento de saborear un delicioso banquete de preparaciones dulces y saladas, pero recordemos que no está permitido ingerir en demasía todo lo deseado. Un atracón constante podría generar una conducta de descontrol, dependencia y adicción que con el tiempo condenaría la salud.

La obesidad, anorexia y bulimia son algunos de los trastornos de la alimentación que aquejaron a millones de víctimas hasta dejarlas sin saber qué hacer. No obstante, como bien reza la frase: “En vez de preocuparnos, deberíamos ocuparnos”. De todos modos, los especialistas no descansan hasta descubrir las causas y soluciones a cada problema.

El psicólogo y nutricionista José Luis López Morales, investigador de la Universidad de Murcia (España), hace dos años detectó una nueva patología alimentaria que también atrajo a los más débiles. Su resultado fue el descubrimiento de un trastorno llamado edorexia, caracterizado por el consumo desmesurado de alimentos en relación a lo que necesita el cuerpo, es decir, la persona se deja llevar por el placer.

Mirada nutricional y psicológica

Al respecto, consultamos con Rocío Florentín, nutricionista local, quien asegura que hombres y mujeres pueden padecer de edorexia y con el tiempo percibir el aumento de peso. “Este desorden se asocia con factores psicológicos, como la depresión, el estrés y la ansiedad y, por este motivo, se los señala como los principales causantes. El apetito puede no tener horarios, puesto que es un estado mental y no fisiológico, por lo tanto, se debe reconocer la diferencia entre hambre y apetito”, afirma Florentín.

Por su parte, la magíster en Neuropsicología, María Inés González, menciona que todos los pacientes son incapaces de controlar sus impulsos, debido a que las señales enviadas al cerebro son más poderosas.

Ambas especialistas coinciden al reflexionar que “a través de una buena educación nutricional se logrará cambiar el hábito, seleccionando los alimentos y definiendo las porciones adecuadas para el consumo”. Es fundamental restablecer los horarios para cada comida y que el entorno familiar ayude a las personas durante esa etapa.

LA ABSTINENCIA

Para controlar la obsesión, el tratamiento del paciente debe estar a cargo de un equipo multidisciplinario, integrado por profesionales en Psicología y Nutrición.

Tanto la nutricionista Rocío Florentín, como la neuropsicóloga María Inés González apuntan como primera tarea atender el comportamiento y proponer metas que la persona deberá cumplir en un plazo establecido, que aumentará gradualmente.

En sus consultorios, cada una recibe diariamente a personas que sufren de edorexia y manifiestan que inicialmente resulta difícil para el afectado, sin embargo, en las evaluaciones posteriores presenta mejoría en su desempeño, eso sí, es un procedimiento que se monitorea al menos dos veces por mes.

Texto dbattilana@abc.com.py

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