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Para seguir nuestra presentación del artículo anterior, en el que las telas fueron las principales protagonistas, hoy sigo hablando de estos maravillosos tejidos a los que muy pocas nos resistimos. Combinarlos correctamente hacen que tus prendas queden prolijas y marquen la diferencia a la hora de vestirlas.
Lo principal es elegir telas cuyas categorías en cuanto a calidad no sean muy diferentes. Si tomas este pequeño tip, tus atuendos se verán espectaculares. La fórmula que nunca falla: texturas livianas con más pesadas y livianas con telas delicadas.
Las telas encaje se pueden combinar muy bien con otros tejidos livianos, como la seda y el raso, cuyas mezclas dan un resultado de prendas muy refinadas y sutiles. Las telas como el brocato y las lanillas, por ser un poco más gruesas que las anteriores, quedan bien con algodón.
Una de las telas más difíciles de combinar es el terciopelo. Este tejido –tendencia en esta temporada– utilizado adecuadamente puede dejar tus prendas muy elegantes; lo ideal es combinarlas con telas livianas y suaves, como la seda y el algodón.
Un tejido muy versátil a la hora de combinar es el cuero. Aunque es muy llamativo, lo podemos mezclar con algodón, franela, seda e, incluso, es un tejido ideal para darle un toque de informalidad a cualquier tela que elijamos.
Otra tela reina de la versatilidad es el jean. Una de las pocas que combina con otra a la perfección, pero ojo, por mezclarlas con otras más sofisticadas no hará que una prenda que se confeccione con esta sea formal.
Existen otros tejidos a los que se les llama “mezclas prohibidas”. Por ningún motivo estas deben combinarse entre sí, ya que por seguro el resultado no será el esperado, malograremos cualquier tipo de tela y el resultado sería no lucirlas con elegancia.
Primera combinación prohibida: dos tejidos brillosos entre sí, como la seda, el tul, el raso o satén.
Segunda mezcla prohibida: combinar tejidos demasiado gruesos entre sí, como la lana con la pana, por ser ambas de textura gruesa, ya que aportarán volumen a nuestro vestuario.
Mezclemos delicadezas con astucia y sentido común, así lograremos prendas que impacten y dejen sutiles recuerdos a nuestro paso.
Hasta la próxima entrega...