5 errores comunes que arruinan tu estilo

La atención a ciertos detalles, muchas veces, hace grandes diferencias. Independientemente de tu estilo y del tiempo que quieras dedicar a tu imagen personal, existen algunas cosas que hay que tener en cuenta para vernos mejor. Los siguientes ítems deben estar en tu checklist antes de salir de casa.

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1. Calzado sucio: tus zapatos pueden ser viejos, nuevos, clásicos o modernos. Sin importar su condición, la regla para el buen vestir es que siempre estén limpios y en buen estado. Los calzados son uno de los accesorios que más desgaste sufren, debido al constante contacto con el suelo y la acción de nuestro peso sobre los pies. Algunos consejos para mantener bien tu calzado son: cuando llegás a casa, pasales un trapito húmedo –si el material lo permite– a los costados de las suelas y en aquellas partes en las que veas un poco de suciedad. Guardalos aseados, ya que podés necesitarlos en algún momento cuando estés apurada y, en ese momento, no vas a tener tiempo de dejarlos en condiciones. Es fundamental que no estén encimados en tu armario; pues se deforman y ensucian. Si no disponés de un lugar para guardarlos, podés comprar un organizador de calzados, que ocupa muy poco espacio y puede ubicarse bajo la cama.

2. Excesos: no te pases en cantidad de maquillaje y accesorios. Cuando armes tu look del día, mirate al espejo y fijate si hay demasiados elementos que llamen la atención en un mismo lugar. Por ejemplo: si llevás puesta una remera con el escote bordado, no elijas un collar cargado, sino una gargantilla delgada o directamente nada. Con el maquillaje pasa lo mismo; optá por acentuar los ojos o labios, no ambos, salvo que vayas a una fiesta de noche. Otro error común es maquillarse sobre el maquillaje viejo, ¡no lo hagas! Limpiá adecuadamente tu rostro antes de aplicarte otros cosméticos.

3. Talle inadecuado: que hayamos mencionado ya tantas veces este punto responde a su gran importancia. El calce es, a veces, más preponderante que el tipo de prenda. Podemos contar con un pantalón de gran calidad y de una muy buena marca, pero si no es el conveniente para nuestra silueta no queda bien. No es bueno que la ropa te quede muy ajustada o demasiado suelta. Cuando nos sentimos un poco tímidas por los rollitos, tendemos a buscar prendas que no los marquen y, en ese, afán terminamos usando indumentaria, que nos hacen ver más anchas todavía. Tampoco lucen bien los pantalones demasiado largos respecto a las piernas; pierden caída y no estilizan. No dobles las botamangas para adentro, no es lo mismo que cortarlas y coser el ruedo nuevamente. Tomarse el tiempo necesario llevar las prendas a una modista para que te sienten mejor es una gran inversión.

4. Ropa interior desgastada: aunque la lencería no se vea, desempeña un rol crucial a la hora de definir cómo nos queda la ropa. Y, lamentablemente, la lencería no dura toda la vida. Cuando encuentres ese modelo de corpiño que te sujeta bien y que resulta apropiado para tu talle, si te es posible, tratá de comprarte más de uno. La ropa interior sufre fuertemente el desgaste del roce contra nuestra piel y del peso que deben contener. Por eso, los breteles se ponen oscuros y pierden capacidad de recuperación elástica –es decir, se extienden, pero no vuelven a su sitios–. Cuando un corpiño es el correcto para nuestra figura, la ropa queda muchísimo mejor y, además, mejora nuestra postura. Si vas a usar un pantalón muy ajustado, confeccionado en alguna tela finita, fijate que no se marque el elástico de la bombacha y que no aparezca el borde de la misma por encima del pantalón.

5. Uñas desprolijas: son preferibles las uñas sin pintar a unas con el esmalte viejo, desgastado o desprolijo. Existen unos pañitos que vienen en un envase redondo e incluyen removedor de esmalte. Son ideales para transportarlos contigo en la cartera porque permiten arreglar tus uñas estés donde estés. Lo mismo si usás sandalias abiertas: que tus uñas estén siempre prolijas y cortas, y si están pintadas, que no queden zonas sin color. Acudí a una piedra pómez para remover durezas y cremas indicadas para humectar frecuentemente la piel de tus pies.

Texto Ingrid Tieffemberg || @tieffemberg

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