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El varón puede tocarse los testículos para detectar si hay alguna anormalidad, bulto, aumento de tamaño de uno o de los dos testículos, para que acuda al especialista para posteriores estudios si el caso amerita, dice el doctor César Darío Cabañas, presidente de la Sociedad Paraguaya de Urología.
La autoexploración testicular es un procedimiento sencillo que se realiza en uno o dos minutos, el objetivo es buscar protuberancias o masas en el saco escrotal que pueden ser un indicio de cáncer testicular. El especialista afirma que “este tipo de cáncer afecta especialmente a varones entre 15 y 40 años, de ahí la importancia de comenzar la rutina a edad temprana”.
Para llevar a cabo la autoexploración testicular, se deben seguir estos sencillos pasos: “Estar de pie durante o después de la ducha, cuando la piel del escroto está todavía relajada. Si se hace con las manos enjabonadas, mejor, ya que aumenta la sensibilidad táctil. Procurar mantener el pene apartado durante el procedimiento y palpar el saco escrotal suavemente para localizar un testículo”. El profesional recomienda “sostener el testículo entre los pulgares y los dedos con ambas manos y rodarlo lentamente; buscar cualquier abultamiento duro o masa redonda uniforme, así como cualquier cambio en el tamaño, forma o consistencia de los testículos. Descubrir alguno de estos síntomas podría indicar una señal de alerta. Los bultos o la hinchazón no implican la presencia de un cáncer, pero es conveniente que el doctor los examine lo antes posible. Repetir con el otro testículo”.
El urólogo expresa que “tras realizar el examen, no hay que preocuparse si un testículo es ligeramente más grande que el otro, ya que es algo normal. El cáncer de testículo no es prevenible, con el autoexamen se logra el diagnóstico precoz y la acción terapéutica inmediata”, finaliza el galeno.
Diagnóstico precoz
Una vez detectada alguna anomalía en el examen clínico del paciente, se le somete a pruebas de laboratorio (análisis de sangre) bien específicas para el cáncer de testículo. “Los estudios por imágenes, como la ecografía escrotal y tomografías de tórax, abdomen y pelvis, ayudan a identificar el tumor y si hay diseminación en algún otro órgano. El pronóstico de la enfermedad está dado por el resultado del estudio de la anatomía patológica de la pieza extirpada”, según el doctor Cabañas.
Consultar con el urólogo
Si se detecta alguno de los siguientes síntomas, se debe consultar al médico: “Un bulto pequeño y duro, que puede ser indoloro; dolor o sensibilidad al palpar, aumento o disminución significativa en el tamaño de un testículo y acumulación de fluido en el escroto. Así también, alteraciones en la textura de la piel, dolor consistente en el vientre bajo o la ingle, ligero agrandamiento o molestias en los pezones –porque algunos hombres pueden producir una alteración hormonal–, además de la sensación de pesadez en los testículos”, refiere el profesional.
Fotos ABC Color/Diego Peralbo /Archivo/Pixabay