200 años del reino Orange

Los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima, celebraron el bicentenario de la creación del reino de los Países Bajos, que puso fin a la anexión por parte de Francia y colocó al frente del país a la dinastía de los Orange.

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La playa de Scheveningen (La Haya) se convirtió en el escenario de la recreación del desembarco de Guillermo I, en esa misma costa, el 30 de noviembre de 1813, tras dieciocho años de exilio en Inglaterra. En un día oscuro, de cielo ceniciento y frío húmedo, como seguramente ocurrió hace 200 años, la playa se trasladó en el tiempo hasta aquel momento histórico. Vestidos con trajes de época, más de 700 actores y voluntarios representaron sobre el arenal de Scheveningen –con un agitado mar de fondo que daba realismo a la representación– a la población en espera de su futuro monarca, que sería coronado dos años más tarde en Bruselas. Entre los miles de espectadores, el rey Guillermo Alejandro, acompañado de su esposa Máxima, contempló el desembarco recreado de su antepasado que, a causa del fuerte oleaje, llegó sobre un tanque de la Marina, en lugar de la barcaza prevista inicialmente para hacer justicia al momento histórico. El actor holandés Huub Stapel encarnó a Guillermo Federico, que pasó a la historia como Guillermo I, y, tras un discurso de bienvenida, saludó al actual monarca, quien sonreía complacido ante su ficticio ancestro. La reina Máxima –vestida con un abrigo beige largo, con sombrero a juego, y bajo el cual se vislumbraba una falda y botas altas– disfrutaba de la escenificación, que se realiza cada 50 años en la playa de Scheveningen.

Yugo roto

La llegada de Guillermo de Orange supuso el fin del dominio ejercido sobre Holanda por Francia, que en 1806 designó a Luis Napoleón como rey de los Países Bajos. Holanda era en aquella época un enclave estratégico para Francia, especialmente para obstaculizar el comercio de los ingleses, sus máximos rivales en la época. Antes de la ocupación francesa, Holanda era una República, con los Orange entre los más destacados gobernadores. Con motivo de la celebración del bicentenario, se han publicado las biografías de los reyes holandeses Guillermo I, II y III. En ellas se desvela la existencia de hijos fuera del matrimonio de Guillermo I y III, así como la bisexualidad de Guillermo II. Según su biógrafo el historiador Jeroen van Zanten, el monarca conservador habría aceptado firmar en 1848 una Constitución que ponía fin a su poder absoluto, a causa del chantaje derivado de una relación que mantuvo con un caballero de la época. Los biógrafos han tenido acceso ilimitado a los archivos de la Casa Real para elaborar sus trabajos.

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