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En ese marco se informó que el 60% de los trabajadores de América Latina utilizan smartphones como herramienta de trabajo y esos dispositivos están siendo blanco de constantes y nuevos ataques. En la plataforma más utilizada en dispositivos móviles, durante el primer semestre de 2013 se detectaron más de 700.000 aplicaciones maliciosas y de alto riesgo.
Hackers y privacidad
Otro de los ejes de la conferencia fue la privacidad y la utilización de la información por parte de los gobiernos. Sebastián García, un hacker que trabaja para la universidad CVUT, de Praga, y para el Conicet argentino, expuso su proyecto sobre la privacidad y la tecnología bluetooth, un sistema presente en automóviles, teléfonos móviles y ordenadores con identificadores únicos que pueden ser utilizados para averiguar dónde está una persona. Es información muy importante sobre tu vida privada “que no sabes que estás dando”, aseguró García, dedicado profesionalmente a mostrar cómo los teléfonos dan datos constantemente sobre lo que hacemos y dónde estamos “sin que lo sepamos”.
Por su parte, Federico Kirschbaum, uno de los organizadores de la conferencia, destacó que la cita es una excusa para fortalecer la comunidad de seguridad en América Latina. “No se enseña a forzar una cerradura sino cómo funciona un candado. Así nos reunimos en torno a una maqueta que contiene todos los sistemas de seguridad que se emplean para salvaguardar una casa como cerraduras, infrarrojos, huellas dactilares, cámaras, o un pequeño museo de videoconsolas. La clave de estos experimentos está en abrir los ojos ante la falsa sensación de seguridad que nos aportan los sistemas de seguridad”, dijo.
Además, Hernán Racciatti, director de la firma de soluciones de seguridad Siclabs, se encargó de diferenciar los hackers de los crackers. “Los principales innovadores de este tiempo, desde Steve Jobs a Bill Gates, empezaron como hackers. No se trata solo del afán de encontrar las brechas de seguridad sino de aportar soluciones y descubrir usos nuevos para las aplicaciones ya existentes. Gran parte de los avances han surgido de grupos de personas que tienen un promedio de interés por encima de lo normal, como muchos de los asistentes de este evento y de los oradores. No hay que confundir a los hackers con su derivado criminal, los crackers, dedicados a utilizar la tecnología con fines maliciosos”, indicó.
Por ello, consideran que lo que comenzó hace nueve años siendo apenas una reunión de amigos con una pasión en común acabó convirtiéndose en el mayor encuentro de hackers celebrado en Latinoamérica, con el aval de empresas y ponentes de todo el mundo.
Talleres prácticos, charlas y, sobre todo, espíritu de compartición del conocimiento impulsaron el programa de actividades de esta novena edición. Forzar candados o aprender sobre impresión en tres dimensiones fueron algunas de las asignaturas prácticas de la Ekoparty.