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“Para evitar la burocracia buscábamos una alternativa para realizar las compras del Estado paraguayo”, comenzó diciendo la abogada Gloria Núñez, una de las responsables del proceso de subasta electrónica en la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas.
“Aquí tenemos lo que decimos nosotros los dos lados de un mostrador. Por un lado a los proveedores del Estado y por el otro a las instituciones que realizan sus pedidos, y entonces vimos que los procesos tradicionales no informáticos son a veces muy lentos, burocráticos y por ende costosos, razones por las que comenzamos a buscar un sistema que los haga más ágiles, transparentes y precisos, y encontramos esa alternativa en la tecnología”.
Fue así que se implementó el sistema electrónico para los llamados, lo que es en sí la subasta a la baja electrónica.
Este sistema es la primera forma de compra del Estado por el sistema electrónico. El mismo se implementó por decreto en julio de 2008 y la primera subasta se realizó el 4 de noviembre del mismo año, y fue un pedido de la misma Dirección Nacional de Contrataciones Públicas para la compra de equipos informáticos.
En el año 2009 se realizaron 187 subastas por este método, y este año ya se están superando las 50 subastas.
Hasta ahora, desde su implementación, aproximadamente el 15% de las compras del Estado se hicieron por este método.
Una subasta a la baja electrónica en todo su proceso, desde la remisión del pedido de las instituciones y hasta su finalización con la elaboración de la planilla de informe final, dura aproximadamente 19 a 20 días. En este lapso de tiempo se incluyen la remisión del expediente del pedido de la institución, la evaluación, la publicación, la recepción de propuestas on-line, la carga de las garantías para la subasta, la etapa competitiva, la de puja, la etapa aleatoria y la elaboración del acta.
Por el método tradicional, en el mejor de los casos, el proceso dura aproximadamente 48 días.
Otra ventaja de este sistema es la transparencia con que se realiza el proceso.
Cuando la subasta está preparada la pueden observar todas las personas interesadas en ella, o sea, cualquier ciudadano, además de los involucrados en el proceso.
“La sala virtual de la oferta está a la vista de todos, además todos los detalles del proceso son registrados por el sistema, que al final genera un reporte al que le llamamos ‘acta de sesión pública virtual’, pero que en realidad es una auditoría del proceso, porque el documento emanado por el sistema tiene todos los datos y detalles del proceso de la subasta”, explicó Núñez.
Los oferentes, luego de la carga de sus propuestas en el sistema, ya en la sala virtual pueden ver las propuestas de todos sus competidores (sin que estén identificados) de manera a poder competir. Luego de esto se abre la etapa de competencia, con tres subetapas, que son: la de lance, la de puja y la aleatoria.
En la subetapa de lance el subastador electrónico guía a los oferentes de acuerdo a como se va desarrollando la competencia y para que se adecuen al nivel de inicio de la competencia. Este periodo es el único en el que el subastador actúa como un moderador (igual que en un foro electrónico); luego se desarrolla la puja, en la que los competidores pueden hacer sus ofertas a la baja, durante un periodo máximo de 18 minutos; seguidamente se desarrolla la etapa aleatoria, donde el sistema en forma arbitraria resuelve el momento de finalización del proceso y emite el documento final de la subasta, que se entrega al organismo que realizó el pedido, para que adjudique la licitación o compra.
Esta herramienta fue desarrollada completamente por profesionales paraguayos que están trabajando en el área informática de la DNCP.
Tuvo un periodo de prueba de unos 5 meses, en el que fueron consultados eventuales participantes de los procesos y a recomendación de ellos se realizaron varios ajustes, de manera a lograr una herramienta con los parámetros de amigabilidad necesarios.
Ulises González Foster
ugonzalez@abc.com.py