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María José Cantero, dueña y directora de un estudio exclusivo de Pilates, ha incorporado a sus clases de Pilates un entrenamiento de minicircuitos, y una unidad de nuevos ejercicios de “pared”, diseñados solo en su local, ya que su empresa está asociada a Cuerpo Consciente Pilates, un estudio de Buenos Aires. “Nos concentramos en potenciar la reeducación y corrección postural. Trabajo en conjunto con la instructora uruguaya Adriana Cengeri y la kinesióloga Belén Velázquez. Recibimos a muchos alumnos con diversos problemas como hernia de disco o escoliosis; entonces, enseñamos de manera específica, limitándonos a habilitar en cada salón cuatro camas conocidas como Reformer, ya que priorizamos la preparación personalizada”.
Haciendo un breve repaso sobre el origen del Pilates, sabemos que su creador se basó en sus conocimientos de gimnasia, yoga, ballet y traumatología para inventar esta disciplina; además, aportó control mental, relajación y respiración a su innovador método. Es un sistema de entretenimiento físico y mental, en el que se realizan ejercicios cuidando los músculos y la postura. Los que practican adquieren mayor flexibilidad y fortalecimiento, dependiendo de la constancia que mantengan.
María José resalta que la mayoría de los que optan por esta disciplina mantienen una vida sedentaria, por lo que adaptarse a una rutina de buenos hábitos les resulta complicado. “Las clases comienzan puntualmente y duran 50 minutos. Evitamos aquellos ejercicios que pongan en riesgo la salud de nuestros alumnos, es decir, no inventamos solo para demostrar más variedad; al contrario, preferimos instruir con métodos comprobados, que también adquirimos del estudio Cuerpo Consciente Pilates, que es bastante exhaustivo”.
La frecuencia más adecuada es tres veces por semana y, mediante la constancia, se mejora el tono muscular, la conciencia corporal, la fuerza de grupos musculares, ya sean abdominales, oblicuos y de la parte inferior de la espalda.
Texto dbattilana@abc.com.py.