Cargando...
Su consejero delegado, Phil Libin, analizó los desafíos de esta empresa californiana que aspira a durar al menos un siglo, según sus propias palabras, y convertirse en una “memoria perfecta” que permita “tomar mejores decisiones” a quienes la utilizan.
“El cerebro con el que naces no es suficiente”, aseguró Libin, responsable de dirigir la compañía desde que debutara en junio de 2008 como un servicio de bloc de notas en la nube donde almacenar datos relevantes ya fueran como texto, audio o fotografía y que ahora busca ser más interactiva.
“Queremos que Evernote te entienda y presente la información cuando se necesite. Trabajamos en esa dirección, evolucionar del concepto de recordatorio a favorecer que se piense mejor”, explicó Libin.
Evernote está invirtiendo el 90 por ciento de sus recursos para mejorar las prestaciones del producto que ya existe -algo que el ejecutivo considera mucho más complicado que inventar algo nuevo- con el propósito de hacerlo más fácil de usar y visual.
A pesar de unos comienzos renqueantes, en los que la empresa estuvo a punto de quebrar varias veces, Evernote despegó finalmente hasta tener cerca de 300 trabajadores y superar los 50 millones de usuarios de los que solo un tercio residen en EE.UU.
El uso de Evernote se ha disparado recientemente en Sudamérica, constató Libin, gracias a que cada vez más población accede a smartphones y se descarga la aplicación.