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“El valor está no solo en usar la impresora sino en aprender además cómo funciona para hacer evolucionar el conocimiento. Nuestro objetivo es llevar la impresión 3D a todos los hogares y centros educativos para que hagan evolucionar el conocimiento y construyan arriba de lo que nosotros hemos construido. Evolucionarlo, hacer adaptaciones para que sea mejor”, añadió.
Con un costo de 600 dólares y lanzada en julio de este año, la Smartrap permite imprimir piezas de 13x13x13 centímetros y apunta a un uso educativo, para que sobre todo los niños se familiaricen con la tecnología. “Estamos haciendo talleres en escuelas y liceos, para acercar las tecnologías de fabricación digital a todos, democratizar la tecnología”, explicó Lozdziejski.
En los próximos días planean lanzar al mercado un segundo modelo, a un costo ligeramente mayor. Se trata de una modificación de las Prusa I3 bautizada Monica y que permite imprimir hasta 21x21x21 cm; según sus creadores logra una mayor calidad y está orientada a un público adulto, para uso hogareño o profesional.