Cargando...
Las contraseñas son las llaves que resguardan los datos personales de los titulares de las cuentas, de su vida privada e incluso de su dinero, y si son robadas, las consecuencias pueden afectar no solo a los usuarios sino también a sus contactos.
Tan difícil resulta recordar estas claves que la mayoría caemos en la tendencia de basar nuestras contraseñas en fechas especiales y nombres de familiares.
Pero, ¡cuidado!, los expertos de Kaspersky Lab advierten sobre esta práctica común ya que para los cibercriminales este tipo de información resulta fácil de adivinar.
Consejos útiles
En celebración del Día de la Madre, Kaspersky Lab les ofrece a las mamás modernas los siguientes consejos que les ayudarán a proteger sus cuentas contra un ingreso no autorizado:
- Tener una contraseña única para cada cuenta: Ya que en caso de que una de ellas sea robada o descifrada, las demás permanecerán seguras. Es muy desaconsejable usar un único password para todo.
- Usar la autenticación de doble factor: Este servicio requerirá que para acceder a una cuenta en línea tenga que ingresar su clave en su dispositivo principal y también un código generado al azar que es transmitido a su teléfono móvil.
- No compartir su contraseña con nadie: Mucha gente ve el compartir su contraseña como un símbolo de confianza, pero recuerde que al compartirla ya no tendrá control total de su información o cómo esta es utilizada o compartida.
- Cuidado al ingresar su contraseña en dispositivos ajenos: Aun si los ciberdelincuentes no le pueden robar información de su dispositivo, quizás lo puedan hacer desde el dispositivo de alguien más.
- Guardar su contraseña en un lugar seguro: No la escriba en un papel, agenda o cuaderno. Es mejor memorizarla o utilizar un programa especial para almacenar contraseñas como Kaspersky Password Manager.
No caer en el error
“Es bastante común y hasta cierto punto natural elegir los nombres de los hijos o las fechas especiales como contraseñas”, explica Roberto Martínez, analista de seguridad en Kaspersky Lab.
“Cuando se trata de elegir una contraseña, la mayoría de las personas busca integrar elementos que les sean familiares y fáciles de recordar. Sin embargo, este tipo de información se tiende a compartir en redes sociales, en forma de fotos e actualizaciones, lo que les facilita a los ciberdelincuentes adivinar sus contraseñas y hackear sus cuentas”, dice.
Según Martínez, también existe la posibilidad de que las personas cercanas a nosotros, al conocer ese tipo de información, puedan en un momento dado llegar a deducir nuestra contraseña.