Cargando...
La investigación, publicada por la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), revela también que actualmente existen en el mundo unos 7.100 millones de suscripciones al servicio móvil. Asimismo, más del 95 % de la población mundial puede recibir una señal móvil celular. Al final de este año, el 46 % de los hogares tendrá acceso a internet, con respecto al 44 % el año pasado y apenas el 30 % en 2010. En los países desarrollados, el 81,3 % de los hogares disponen ahora de acceso a internet, en comparación con el 34,1 % de los hogares en los países en desarrollo y apenas el 6,7 % en los 48 países que figuran en la lista de países menos adelantados (PMA).
El informe incluye el Índice de Desarrollo de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) 2015 y lo compara con los datos de 2010. El Índice es un barómetro sobre los niveles de acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, la utilización de esas tecnologías y sus conocimientos en la materia en 167 países del mundo.
A nivel regional (33 países de las Américas) Paraguay se encuentra entre las últimas posiciones, ocupando el lugar 27, por debajo de Bolivia (26) y sobre Guyana (28). El informe completo de la UIT se encuentra disponible en: http://bit.ly/1Ov98Hf
El rol del Estado
Casi un 50 % de la población de Latinoamérica carece de acceso a internet y esto lastra el desarrollo de la economía digital en la región, según el profesor Raúl Katz, de la Universidad de Columbia, EE.UU. Katz, que presentó días pasados en España su estudio “El ecosistema y la economía digital en América Latina”, afirma que la asequibilidad económica, la falta de contenidos relevantes y el bajo índice de alfabetización digital son las causas de esta situación.
En el período comprendido entre 2004 y 2013, el proceso de digitalización contribuyó en un 4,3 % al PIB agregado de la región y generó unos 900.000 empleos.
Para Katz, nacido en Argentina, los gobiernos tienen un papel fundamental en este proceso y propone la bajada de los tipos impositivos al acceso a la tecnología, ya que “el beneficio económico de ese acceso excede, de manera importante, el ingreso que sacrifica por no poder recaudar esos impuestos”.