Cargando...
Vettel fue el mejor tras las 57 vueltas que se dieron al circuito de Sakhir, de 4.512 metros, y logró la victoria por delante de los Lotus del finlandés Kimi Raikkonen y del francés Romain Grosjean, que fueron segundo y tercero, respectivamente. La fotografía del podio de Bahréin es idéntica a la del año pasado, donde estos mismos tres pilotos coparon los tres puestos del cajón.
La cruz de la jornada fue para los Ferrari del español Fernando Alonso y el brasileño Felipe Massa, que, pese a arrancar la carrera en segunda fila, concluyeron el gran premio en octava y 15ª posición, respectivamente. El asturiano, doble campeón del mundo, y que aspiraba a lograr un póquer de victorias en el circuito bahreiní, inició magistralmente la carrera, peleando con Vettel y encimando siempre al alemán Nico Rosberg (Mercedes), que salía desde la ‘pole’.
Sin embargo, la mala suerte se cebó con el español y una avería en el DRS (sistema de reducción de carga aerodinámica) de su vehículo le forzó a entrar en boxes en la octava vuelta, lo que le hizo perder varias posiciones y verse obligado a intentar una remontada épica. Su compañero de equipo, al que le adelantó el sorprendente Force India del británico Paul Di Resta en la salida, tampoco se salvó de la mala suerte y tuvo que pasar por boxes en tres ocasiones por dos pinchazos en los neumáticos, que lo situaron en la cola de la carrera y le obligaron a olvidarse de luchar por los puntos.
El alemán Vettel dio una lección de conducción y precisión en los primeros compases de la carrera. El de Heppenheim devolvió a Alonso el adelantamiento que éste le hizo en la primera curva y se fue a por su compatriota Nico Rosberg (Mercedes), que salía desde la ‘pole’ y al que superó en la segunda vuelta.
Con el primer y segundo puesto prácticamente decididos tras la espectacular remontada de Kimi Raikkonen, que fue a una parada menos que el resto, la pelea se centraba en la pugna por los puntos.
Alonso tuvo que luchar sin la ayuda del DRS contra los McLaren de Jenson Button y Sergio Pérez que, por fin, daban algunas muestras del potencial que se espera de ellos.