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Ahora a esperar de nuevo 365 días para volver a tener un gran movimiento de vehículos y gente por el polvoriento e impredecible Chaco que esta vez de nuevo ratificó esa característica dentro de una nueva edición de la mayor fiesta automovilística nacional.
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A diferencia de ediciones anteriores, este año la carrera arrancó y tuvo el banderazo en Teniente Irala Fernández, también conocido como 25 Leguas, donde a pesar de los 385 kilómetros que quedaban después para llegar a casa, hubo un amontonamiento de aficionados tuercas interesante.
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Se hizo muy complicado el tránsito por la Transchaco que, además de tener todas las características de una Picada, estuvo mucho más angosta por la cantidad de autos, camionetas, camiones y aficionados en ambos costados.
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Auxilios de los diferentes equipos, mucho más que los autos en punta, y fanáticos tuercas ávidos por ver al piloto ganador coparon dos entradas y salidas de las dos últimas PE (Pruebas especiales) de la 42ª edición del Transchaco Rally. Así por algunas horas, la zona de 25 Leguas tuvo un gran trajín ayer.
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Así como el primer arranque se registró el viernes pasado frente al predio de la Municipalidad de Irala Fernández, las tripulaciones se volvieron a reagrupar ayer en el mismo sitio y los pilotos ganadores se encontraron luego de tres días de un duro mano a mano.
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En ese sector, a más de integrantes de los equipos ubicados en el primer y el segundo lugar del podio, solo se tuvo la presencia de unos pocos nativos, pero a distancia, lo que facilitó la labor de la prensa, pues no se tropezó con el inconveniente de aglomeración de gente como en otras carreras.
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Y hablando de seguridad, el control fue estricto ayer en el retorno a la capital, y lo más fuerte estuvo en la cabecera del Puente Remanso.
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En ese sitio también hubo muchísimos aficionados esperando el paso de los autos ganadores. Más de un kilómetro fue el cordón montado por los tuercas.
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La 42ª edición del Transchaco Rally produjo un tricampeón que cada cinco años logra subir a lo más alto del podio. Alejandro Galanti tuvo su primera satisfacción en vencer al Chaco en el 2005 al mando de un Toyota Corolla WRC y con Marcelo Toyotoshi como navegante y cuando la carrera culminó con mucho polvo en Estancia La Patria.
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Galanti volvió a ser el más rápido en el territorio chaqueño en el 2010 siempre con Marcelo Toyotoshi como navegante, pero esta vez al mando de un Toyota Célica ST 185. Luego de un lustro, Ale vuelve a pegar la vuelta con mejor tiempo, aunque en forma ajustada, en un Toyota Corolla, pero con nuevo copiloto: Gustavo Scheid.
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Con la victoria de “Ale”, la dinastía Galanti suma en su foja 6 Transchaco ganados. Pues en 1981 Marco Galanti (padre) ganó junto a Mario Monges, (en un Ford Escort) la carrera y 10 años después tuvo la misma satisfacción, pero esta vez con Óscar Ramírez como navegante y en un Toyota GT4.
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Coincidentemente, 5 años después (1996), otro Galanti volvió a ganar esta tradicional competencia y en aquella ocasión el privilegio fue de Marco Galanti (h). En un Toyota GT4 y con Carlos Zarca sentado en la butaca derecha del piloto.
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La distribución de victorias de los Galanti en el territorio chaqueño es de 3 triunfos de Ale, dos del papá y otra más de Marco (h). En cuanto a marcas, 5 campeonatos con Toyota y 1 con Ford Escort. Además los hermanos Galanti se reparten la mayor cantidad de “pole” ganadas, 13: Marco (h) con 8 (seis al hilo entre 1995 y 2000) y Alejadro Galanti, 5.