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Ogier consigue así su 29º rally ganado en su exitoso carrera y el quinto de la actual temporada, que le permite reforzar todavía más su liderato en la general del Mundial (WRC). El francés consiguió además el máximo posible de puntos (28) gracias a su victoria además en la Power Stage (ES 19).
El gran favorito quedó en cabeza desde la séptima especial y consiguió, como en Cerdeña, ganar una prueba sobre tierra pese a que el nuevo reglamento le obliga a salir primero en 15 de las 18 especiales y por tanto a “barrer” la pista, lo que supone teóricamente un perjuicio y un obstáculo añadido. La decimocuarta especial fue anulada el sábado por motivos de seguridad. El francés había ganado el jueves la superespecial de apertura y el viernes por la mañana sus rivales intentaron ponerle en apuros.
Tanak, quien encadenó victorias en la tercera, cuarta y quinta especial, se colocó provisionalmente líder del rally, antes de que Ogier recuperara el liderato en la séptima especial y ya no lo dejara escapar. El viernes por la noche, Ogier dominaba por dos segundos a Mikkelsen y por diez al finlandés Jari-Matti Latvala, otro piloto de Volkswagen.
El sábado fue una repetición de lo ocurrido la víspera, con un Ogier sólido delante, que conservó la cabeza del rally con 5.6 segundos sobre Mikkelsen. Ayer ya solo quedaban 30 kilómetros por recorrer, una distancia que fue insuficiente para que Mikkelsen, que prefirió no asumir riesgos, remontara.
El finlandés Jari-Matti Latvala, quien se salió de la carretera en la Power Stage (ES19) y llegó con retraso al último control, fue penalizado con 40 segundos y descendió a la quinta plaza.