Cargando...
Una frase que el ex presidente del Touring y Automóvil Club Paraguayo, Ing. Víctor Rubén Dumot (falleció el 25 de febrero de 2011), utilizaba siempre antes de cada carrera hacía alusión precisamente al desarrollo que el Chaco “adquirió” con los años y ello constituía un problema para encontrar caminos para la carrera.
“Lo que años atrás eran picadas impenetrables, hoy día son caminos amplios y bien compactados”, manifestaba en su momento el Ing. Dumot, recalcando tras cada recorrida las dificultades para encontrar nuevos trazados para la competencia. Cuando un camino se “abría” con el Transchaco Rally, el mismo quedaba con los años como una nueva opción para transitar por el inhóspito suelo chaqueño, como un aporte de la competencia a los moradores de la Región Occidental.
Tantas picadas inexploradas, con los años y luego de varias ediciones del Transchaco Rally, se convirtieron en caminos que fueron marcando el desarrollo del Chaco. Con esta situación, en los últimos años la competencia fue “subiendo” más arriba, hacia el norte, en busca de nuevos trazados que pudieran seguir brindando a los corredores la esencia de la competencia, con talcales, picadas y el desafío siempre vigente de la máquina y el hombre contra el siempre sorprendente suelo chaqueño.
En cuatro décadas, el Transchaco Rally fue responsable, sin dudas, de una gran parte del desarrollo del Chaco, gracias a los caminos que se fueron “abriendo” con los años y luego quedaron como parte de infraestructura vial de la región.
A esto se suma el conocimiento de miles de paraguayos, a través del rally, del suelo chaqueño, ya que si no existiera la carrera, una gran parte de la población nacional no hubiera tenido la oportunidad de conocer los diferentes puntos de la región Occidental. Varios de los que corrieron alguna vez el Transchaco Rally, hoy día tienen alguno que otro establecimiento en el Chaco, ya que como ellos mismos lo expresan, al conocer al Chaco, uno aprende a quererlo, respetarlo y cuidarlo.
Con esto se cumplió además uno de los principales objetivos trazados en el inicio de la competencia, que era de demarcar de alguna manera el territorio nacional a través del Transchaco Rally, una competencia automovilística que con los años fue obteniendo una connotación internacional. En las últimas ediciones, la carrera llegó inclusive hasta el límite con Bolivia, marcando así presencia en zonas totalmente despobladas.
El turismo y el comercio son otras de las actividades que se vieron afectadas muy favorablemente con el rally chaqueño, atendiendo que en esa semana, todos los comercios desde antes del Puente Remanso (aún en la Región Oriental), hasta el más pequeño puesto de venta en el “fondo” del Chaco, recibe a cientos de visitantes que generan ingresos. La ciudad de Mariscal Estigarribia es una de las más beneficiadas con cada edición de la competencia, ya que los pocos hoteles se copan de visitantes, e inclusive varias viviendas particulares alquilan alguna dependencia que la casa que se traduce en ingreso económico.
El aspecto social también está muy vigente con el Transchaco Rally y ejemplos hay varios. Uno de ellos y que tiene un valor agregado es el Peaje Voluntario que cada año preparan los chicos de la escuela Pa’i Puku, en el kilómetro 151 de la Ruta Transchaco, donde competidores, aficionados, auxilios y muchos otros que se trasladan al Chaco en esos días, dejan su aporte para que la institución siga funcionando.
En momentos de crisis en la Región Occidental, sean estas sequías o inundaciones, el propio Touring y Automóvil Club Paraguayo (entidad organizadora de la prueba), se encargaba de realizar campañas para apoyar a los pobladores de las zonas afectadas. Varias otras campañas también cumplieron objetivos muy loables en su momento.
Pero no todo es “color de rosa” en el Chaco durante la carrera, también existen puntos negativos, que son la piedra en el zapato de los organizadores y amantes de esta competencia. Lamentablemente y no solo ocurre durante el Transchaco Rally, existen varias personas que utilizar esta actividad deportiva motor para realizar actos indecorosos.
Varias personas que se “escudan” como aficionados y llevan adelante hechos que no condicen con las leyes y las buenas costumbres. Aunque esta situación tiene una frontal lucha por parte de las instituciones encargadas de velar por el cumplimiento de las leyes, siempre existen inadaptados que logran safar a los controles.
La cacería de animales silvestres en su momento también marcaron una página negra en la historia del rally chaqueño, aunque esto es uno de los puntos que van quedando en el olvido, gracias al trabajo coordinado entre las instituciones encargadas del control.