Un secuestro bien ejecutado, pero sin rescate

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El secuestro de Dalia Scappini fue planificado con tiempo, ejecutado en forma exitosa para los secuestradores que, sin embargo, no tuvieron retorno, ya que liberaron a la víctima sin cobrar dinero alguno, según la fiscalía. La última exigencia había sido de US$ 100.000. Julio Fernández Muller y Benito Luis León fueron acusados por secuestro, extorsión, asociación criminal y privación de libertad.

El relato de la fiscalía da cuenta que, entre el 10 al 25 de agosto de 2011 en Ciudad del Este, se conformó un grupo criminal integrado por Julio César Fernández Muller, Benito Luis León, Genaro Vidal Blaires (los tres están presos en Tacumbú), Mabel Karina Martínez, Francisco Aquino Andrada (prófugos), Amín Víctor Aquino, María Alejandra Neyra y Víctor Aquino Domínguez, (recluidos en una cárcel de Buenos Aires).

La acusación indica que Fernández fue el encargado de activar celulares con documentos denunciados como extraviados, en tanto que León consiguió la casa del cautiverio.

En el escrito se señala que el 29 de agosto, en Luque, a la noche, arma en mano robaron un vehículo Toyota a una mujer.

Al día siguiente, desde muy temprano, la vivienda de Dalia fue merodeada por Blaires, su esposa Mabel Martínez, y Aquino Domínguez.

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“El hoy acusado Julio César Fernández Muller, el referido día 30 de agosto de 2011, utilizando las líneas de telefonía celular móvil 0981 841825 y 0991 580425, mientras se encontraba en las inmediaciones y zona de influencia del Mercado Municipal N° 4 de la ciudad de Asunción, y siguiendo las instrucciones de Víctor Aquino Domínguez y/o Víctor Domínguez, con quien se comunicaba a través de la línea telefónica móvil 0991 825752, se dirigió hacia una plaza ubicada sobre la calle Ana Díaz, a bordo al volante en carácter de conductor del vehículo marca Toyota, tipo Corolla, gris, cuatro puertas citado anteriormente y que fuera robado la noche del día antes”.

Agrega que “siendo aproximadamente las 7:30 de la mañana, la víctima Dalia María Scappini Campos abandonó su domicilio ya citado anteriormente, a bordo de su vehículo marca Toyota, tipo Rav 4, verde claro, matrícula BBA 346 dirigiéndose a su lugar de trabajo. Es así que llegando la víctima a las inmediaciones de la plaza ubicada sobre la calle Ana Díaz de la ciudad de Asunción, la misma es seguida desde cerca por el automóvil marca Toyota, tipo Corolla, gris, guiado por Julio César Fernández Muller, quien estaba acompañado de dos personas de sexo masculino con acento rioplatense, quienes iban en la parte trasera del automóvil. Mientras tanto, Genaro Vidal Blaires, a bordo y al mando de un vehículo marca Mercedes-Benz, tipo camioneta ML 320, año 2001, color champagne, con matrícula BDA 055, se encontraba esperando sobre la calle Ana Díaz casi Avda. Fernando de la Mora de la Ciudad de Asunción, junto con otros integrantes del grupo facineroso a que la víctima pasara por dicho lugar para posteriormente seguir a ella y al vehículo conducido por el acusado Fernández Muller”.

Sigue diciendo: “Así las cosas y al llegar a la altura de las calles Raimundo Rolón casi Gral. Santos de esta ciudad, el vehículo guiado por el acusado embiste en la parte trasera al vehículo conducido por Dalia Scappini , a raíz de ello, la víctima detuvo su vehículo dejando el motor encendido y poniendo la luz de estacionamiento para luego descender de la camioneta marca Toyota, tipo Rav 4, a fin de verificar lo ocurrido, al igual que los acompañantes extranjeros de Julio Fernández, quedándose este al mando del vehículo”.

Explican el plagio: “Las dos personas que vestían traje y lentes oscuros, bajaron del automóvil marca Toyota, Corolla, gris, y mientras discutían con la víctima sobre el incidente ocurrido, y aprovechando un descuido de ella, la redujeron y la introducen en forma violenta y contra su voluntad en la parte trasera del automóvil marca Toyota, tipo Corolla conducido por Fernández, donde la acuestan en el piso del referido vehículo, maniatándola con una cintilla de seguridad y proceden a colocarle una capucha en la cabeza, tapándola con una manta o sábana, para darse a la fuga, y empezando de este modo el secuestro de la Srta. Scappini Campos. Lo señalado precedentemente fue avistado por un ciudadano que comunicó vía telefónica lo ocurrido al Sistema de Emergencia de la Policía Nacional (911), informando a las autoridades policiales que una mujer fue tomada a la fuerza por tres sujetos de sexo masculino que se encontraban a bordo de un automóvil marca Toyota, tipo Corolla, produciéndose este incidente detrás del Club Guaraní”.

La negociación y sus protagonistas

-La negociación por el rescate tuvo como protagonistas a Víctor Aquino Domínguez y a Omar Scappini, hermano de Dalia.

-El 30 de agosto de 2011 a las 12:39 se produjo la primera llamada a la familia, desde la zona de Caacupé. Se comunicó que Dalia estaba secuestrada.

-A las 12:56, vía mensaje de texto, el captor se comunicó con Scappini para indicar el lugar donde dejaron el vehículo de Dalia.

-La tercera comunicación fue a las 12:58, para dar instrucciones al hermano de Dalia.

-El 31 de agosto, en otra comunicación, se exigió la suma de US$ 1.200.000.

- El 2 de setiembre de 2011 se produjo una nueva comunicación para señalar los pasos a seguir para rescatar con vida a Dalia.

Ese mismo día grabaron con un teléfono celular la prueba de vida.

El 3 de setiembre, a las 8:57, se comunicaron con Scappini para hacerle conocer la prueba de vida y exigirle la suma de US$ 300.000.

La última comunicación fue a las 15:19 del mismo día, durante la cual Aquino bajó sus pretensiones a US$ 100.000.

Orden de libertad desde Villa Morra

Luego que Dalia fuera tomada, la llevaron hasta la primera casa del cautiverio ubicada en la Calle Amistad casi Constitución Nacional, del barrio Caacupemí de la ciudad de Capiatá, donde le aguardaba Benito Luis León, quien desde ese instante se encargaría del cuidado y custodia de la víctima, durante todos los días del cautiverio de la víctima hasta su posterior liberación.

“Ya en el lugar de cautiverio, y donde se encontraban la víctima junto al acusado Benito León, se apersonaron a dicho lugar Amín Víctor Aquino y María Alejandra Neyra, quienes junto al citado acusado se encargarían también del cuidado y custodia de la plagiada. Así también por la vuelta con vida de la víctima y luego de intensas negociaciones con los captores, los familiares de la víctima no realizaron pago alguno de dinero en concepto de rescate por la Srta. Dalia María Scappini Campos”, refiere la acusación.

La acusación explica que horas de la noche del día 30 de agosto de 2011, a las 20:00, aproximadamente, los custodios de Dalia la trasladan en un taxi hasta el segundo lugar de cautiverio, ubicado en Villa Conavi, Lote Nº 8 manzana 26, Mboi’y Km 25 de la ciudad de Itauguá.

En ese lugar estuvieron el 4 de setiembre hasta que Fernández llamó a Neyra y a Aquino, para levantar la orden de captura.

Esa misma noche, Víctor Aquino Domínguez junto a Genaro Vidal Blaires, citaron en el shopping Villa Morra a Fernández y le ordenaron que se libere a Dalia.

Fernández llamó desde una cabina telefónica a León, quien llevó a la víctima hacia las inmediaciones del autódromo de Aratirí, situado en Km 16 de la Ruta II de la ciudad de Capiatá, donde la dejó.

“Por la vuelta con vida de la víctima y luego de intensas negociaciones con los captores, los familiares de ella no realizaron pago alguno de dinero en concepto de rescate por la Srta. Dalia María Scappini Campos”, afirma la acusación de los fiscales antisecuestros Federico Delfino y Francisco Ayala.

Víctima quiere juicio oral

Dalia Scappini solicitó que la causa se eleve a juicio oral y público. La presentación realizó ante el juez Gustavo Amarilla, a través de los abogados Silvia Teme y José Domingo Almada.

“Formulamos querella criminal, acusación, ofrecimos la prueba y solicitamos formalmente al señor juez de garantía la elevación de este proceso a juicio oral y público”, señaló Almada.

“Recalcamos que hace aproximadamente un mes formuló dentro del plazo procesal querella criminal y acusación por el tipo penal de producción de documento no auténtico contra Fernández Muller”, indicó el representante de la querella adhesiva.

Comprobada participación

Agregó que “esta representación tiene comprobada la participación de Fernández Muller en la provisión de cédulas de identidad a empresas de telefonía celular y que con esos números telefónicos se realizaron las negociaciones para pedir el rescate por la liberación de Dalia Scappini”.

Amplió su acusación. “Igualmente el señor Julio César Fernández era el conductor del vehículo Toyota Corolla gris que impactó contra el vehículo Toyota Rav de Dalia Scappini, momentos previos al secuestro. Esta misma persona utilizó la tarjeta de débito de Dalia Scappini, retiró la suma de G. 6 millones de un banco con cajero automático”.

“Mientras que el señor Benito Luis era el encargado de la custodia de la señora Dalia Scappini, en la primera casa ubicada en Capiatá”, indicó al referirse al otro acusado. El abogado concluyó que hay más de 100 pruebas documentales y numerosas declaraciones testimoniales, a lo que se suman 130 pedidos de informes solicitados a diversos entes.

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