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A raíz de esta situación, las autoridades penitenciarias han optado como estrategia el cierre temporal de las cárceles de Tacumbú y Emboscada, al ingreso de nuevos detenidos por periodos cortos hasta descomprimir el extremo hacinamiento. Mientras, proceden al traslado de los reos a las diferentes cárceles regionales, principalmente a las de Misiones, Concepción, Coronel Oviedo y Encarnación.
Con esta medida los funcionarios estatales lograron descomprimir por un buen tiempo la problemática del hacinamiento en las dos principales cárceles del país. Pero lamentablemente trasladaron el problema de la sobrepoblación y la inseguridad a los reclusorios del interior.
De acuerdo con datos estadísticos, cuando está abierto a recibir reclusos, cada lunes ingresan alrededor de 40 nuevos internos al penal de Tacumbú, de los cuales el 50% es por tráfico de crack y de ese porcentaje, el 80% son reincidentes y son los que en la jerga de las penitenciarías se denominan “pasilleros”. Estos literalmente no tienen nada, solo la ropa que visten. Y estos entran y salen constantemente de las cárceles.
Un dato muy importante aportado por el director de la cárcel de Tacumbú, Luis Villagra, señala que actualmente del total de personas que son remitidas a prisión, el 40% es por violencia doméstica. Las autoridades judiciales han endurecido su postura después de que el líder de la barra brava del Olimpia Adolfo Trotte Haitter matara a su esposa y madre de sus cuatro hijos. Todos los hombres detenidos y procesados por violencia doméstica son remitidos a prisión.
Paraguay tiene una necesidad acuciante de adecuar sus instalaciones penitenciarias a las exigencias constitucionales, leyes vigentes y acuerdos internacionales sobre los estándares que deben cumplir las condiciones de privación de libertad, señala un comunicado emitido por el Ministerio de Justicia.
Como una estrategia para enfrentar la crisis actual, el Gobierno decretó la situación de Emergencia de la Infraestructura Física de las Penitenciarías de todo el país. De acuerdo con el Ministerio de Justicia, la situación actual en las penitenciarías acarrea numerosos problemas, como el aumento de las situaciones de crisis de violencia, motines e incendios y principalmente imposibilita someter a los internos al tratamiento penitenciario correspondiente.
“La Constitución de la República del Paraguay establece que el objeto de las penas será la readaptación de los condenados y la protección de la sociedad, lo cual resulta dificultoso cumplir por las (actuales) condiciones”, dice el comunicado.
brlopez@abc.com.py