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El 15 de octubre del año pasado por Auto Interlocutorio N° 455, el magistrado autorizó a Jara a vender las fincas al Indert y también dos valiosos inmuebles en el distrito de la Recoleta.
El juez ordenó la apertura de una cuenta judicial a nombre del juicio y a la orden del juzgado. Sin embargo, Jara cuando cobró por la venta al Indert depositó el cheque en su cuenta particular, hecho por el cual fue imputado por la fiscalía por lesionar el patrimonio de la empresa San Agustín.
Además de las fincas de Tobatí y Atyrá, el administrador consiguió autorización para vender por 500.000 dólares uno de los inmuebles de la Recoleta y el segundo por G. 250.000 dólares, que supuestamente estaba ocupado y que estaba bajo amenaza de demanda judicial.
Con la venta de los dos inmuebles de la Recoleta suman unos 750.000 dólares. ¿Dónde fue a parar el dinero?. ¿En los bolsillos de quién se cargó la plata?
La designación de un administrador vinculado a Oviedo Matto fortalece la sospechosa de que se trata de una simple maniobra para el manejo del producto de la venta de los valiosos inmuebles.
La fiscalía abrió una investigación y sería importante que la institución llegue a esclarecer el hecho, ya que se está ante un despojo al Estado, como un ropaje legal. Es decir, avalado por la justicia a través de procesos que serían aparentemente legales. Sin embargo, no sería así ya que se habría maquinado la venta de los bienes a través de un administrador.