Puede ser catapultado o enterrado

En el Ministerio Público, el fiscal general Javier Díaz Verón tiene el compromiso de demostrar que este año se puede dar lo que la ciudadanía reclama: el fin de la impunidad por parte de un sector de la clase política.

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Son ocho los políticos que están en la mira de la fiscalía anticorrupción.

Llevarlos a juicio oral y público será todo un compromiso ante la sociedad, ya que de por medio están senadores, diputados y miembros del Parlasur.

En algún momento, en el Parlamento se mencionó que a consecuencia de estas acciones Díaz Verón podría ser llevado a juicio político.

La advertencia no tuvo el mismo efecto que en ocasiones anteriores, al punto tal que son ocho los políticos imputados.

La explicación está en que las aperturas de procesos por corrupción están respaldadas por una ciudadanía que dejó el rol de ser una mera espectadora.

El mensaje fue claro para la fiscalía: “tienen el respaldo ciudadano, pero estaremos atentos a lo que hagan”.

Díaz Verón sabe que inclusive esto lo puede catapultar políticamente.

Por eso trabaja con un equipo de comunicación que difunde todas sus acciones y lo presenta como una autoridad abierta a la ciudadanía.

Pero de nada servirá todo esto si es que la fiscalía no demuestra toda su capacidad para lograr castigar a los responsables de los robos al Estado paraguayo.

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