Policía cuenta el camino del dinero robado a Prosegur

La declaración del oficial Hugo Vigneaux fue clave para incriminar a policías en un segundo robo del dinero de Prosegur. El primero había ocurrido el 19 de febrero pasado. Vigneaux contó al fiscal Nelson Ruiz que de la casa del funcionario de la empresa de vigilancia que tomó la plata, se volvió a robar parte del botín que fue repartido entre camaradas. Vigneaux se quedó con 90 millones de guaraníes que –según señaló– les fueron arrebatados por tres jefes policiales, previa detención ilegal y tortura.

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En su declaración, Vigneaux refirió que dos días después del robo recibió la llamada de su camarada Hernán Zelaya, quien le comentó que en su barrio vivía el padre de Carlos González, el chofer implicado en el robo de G. 1.200 millones, según la denuncia de Prosegur.

Zelaya buscó a Vigneaux y luego a indicación de este policía, se dirigieron hasta la comisaría de Ñemby.

Explicó que comunicó a la guardia lo que estaba pasando y pidió que se envíe a policías para realizar el procedimiento.

Fue así que una patrullera en la cual estaban el oficial Yony Mereles y el suboficial Antonio Alcaraz acompañó al vehículo de Zelaya, en el que además de Vigneaux estaba el suboficial Pablo Díaz.

A través de un informante de Zelaya llegaron a la casa de Basilio González, padre de Carlos, el funcionario “infiel” de Prosegur.

“Ingresaron a la casa, yo en todo momento me quedé dentro del vehículo, después de unos treinta minutos salieron de la casa los policías uniformados de la patrullera de la comisaría séptima de Ñemby, con dos bolsas o mochilas negras en la mano”, señaló.

Siguió explicando: “Entonces el oficial 1° Hernán Zelaya va hacia los patrulleros y ellos le dan una mochila conteniendo dinero en efectivo. Aproximadamente a la mitad estaba cargada la mochila, de la cual él sacó unos fajos y me arrojó lo que quedaba dentro. Entonces yo le pedí que me lleve a la casa de mi hermana de nombre Karen, quien vive en el barrio Piro’y de Ñemby, donde fui a depositar (la plata) así mismo (como recibió la mochila) , después de eso me retiré a mi domicilio y el oficial Zelaya que me llevó hasta ahí (la casa de su hermana) creo que él también fue a su domicilio”.

Pero al día siguiente, Vigneaux recibió el llamado de Luis Núñez, quien se identificó como oficial de investigaciones. Este policía le dio los nombres de todos los que participaron del operativo en la casa de González para demostrar que estaba al tanto de todo.

Núñez junto a otros policías fueron a buscar a Vigneaux, de la cooperativa de Ñemby, donde hacía guardia. “Querían esposarme ya mismo y trasladarme a la comisaria de Ñemby, entonces yo en todo momento les preguntaba por qué tanta violencia si yo no oponía resistencia”, recordó.

Vigneaux explicó que lo llevaron hasta la comisaría y que le llevaron hasta el dormitorio del subjefe Joni Díaz.

“Al entrar ahí empiezan a insultarme y a golpearme para que diga donde está el dinero, me sacan mi celular, mi billetera y todo mi dinero que tenía conmigo, después yo les digo por qué me maltratan demasiado, y que yo les iba a decir las cosas y empezó a relatar lo sucedido, para cuando llegamos a la parte de donde yo había guardado el dinero me dicen para salir e ir a buscar inmediatamente, sin comunicar a nadie al respecto”.

Manifestó que en un auto sin chapa fueron a lo de su hermana. “Se sienta a mi lado el comisario Joni Díaz y el oficial 1° Luis Núñez y dos personales más que no recuerdo sus nombres. Llegamos a la casa de mi hermana le golpeo la puerta de su casa, entonces ella sale y me encuentra acompañado de todos ellos a lo cual yo le dije que veníamos a buscar la plata”.

“Le pregunté cuánto había en total porque él había ordenado y contado el dinero y me dice que había noventa millones de guaraníes”, recordó.

Esto alteró a los policías. “Apresurada y violentamente ingresan al domicilio de mi hermana, sin ninguna orden ni nada empiezan a remover y volcar el ropero y todos los muebles que había entonces, mi hermana les dijo que no era necesario que hagan eso y que ella tenía guardado y ordenado dinero en bolsitas de paquete de pañales dentro de una conservadora, a lo cual ella les muestra dónde se encontraba el dinero y retira los paquetes de la conservadora y les entrega al comisario Joni Díaz”.

Los intervinientes hasta le llegaron a tomar una foto a Vigneaux con la plata. “Este comisario (Díaz) y los personales comenzaron a contar el dinero para saber cuánto había. Una vez que contaron todo el dinero y había la suma que había dicho mi hermana colocan el dinero sobre la mesa y me saca fotos con su celular el oficial 1° Luis Núñez”. La fiscalía le consultó a Vigneaux si tenía conocimiento de cuál era la suma de dinero que fue retirada de la casa de González, a lo que el procesado respondió: “Desconozco el monto total, pero supongo que fue un monto importante porque solamente a mí me dieron la suma de noventa millones de guaraníes y los que participaron de ese procedimiento además de mí, fueron seis personas”.

Vigneaux indicó que posteriormente cuando estaba en la comisaría vio que oficiales inferiores traían más dinero que decían le quitaron Zelaya, Alcaraz y Mereles.

Vigneaux se encuentra preso en el departamento de Investigación de Delitos por seguridad. La jueza Isabel Bracho lo procesó junto a los policías que realizaron el procedimiento irregular en la casa de González, por robo agravado reducción, coacción y frustración de la persecución penal.

El momento de la supuesta repartija del botín

El oficial Hugo Vigneaux contó a la fiscalía lo ocurrido cuando los agentes que lo tenían detenido dieron por terminado el operativo en la casa de su hermana, a todas luces ilegal por la falta de orden de allanamiento y porque no se dejó constancia del dinero que se incautó.

“Nos subimos al Nissan blanco y nos dirigimos a la comisaría nuevamente; ya en este lugar nos aguardaba el jefe de la comisaría séptima, un comisario principal cuyo nombre no recuerdo y el jefe de la jefatura del área central, el comisario principal Dolores Amarilla”, refirió.

Luego relató: “Ingresamos todos a la oficina, luego ellos bajan todo el dinero en ese lugar y se empiezan a repartir. Después iban trayendo más dinero de los otros personales que habían realizado el procedimiento y continuaban repartiéndose el dinero”.

Al final lo liberaron, pero con una clara advertencia de que no cuente lo que ocurrió.

“Luego siendo las 00:00 horas aproximadamente de ese sábado, me dicen para que me retire y que no le cuente nada o nadie, si no me iban a mandar matar todos los comisarios e intervinientes que se encontraban en la oficina”.

El comisario cuyo nombre no recordaba Vigneaux en su declaración es Osvaldo Ayala.

Tanto Ayala, Amarilla como Joni Díaz están presos en la Agrupación Especializada.

Afrontan proceso por disposición de la jueza Isabel Bracho por coacción grave, extorsión agravada, reducción, robo agravado y lavado de dinero.

Los fiscales de esta causa son Blanca Agüero Augusto Salas, Luis Said y Nelson Ruiz.

En total son diez los policías. Además de Amarilla, Ayala y Díaz están imputados; los oficiales Hernán Zelaya Meza, Yoni David Mereles Martínez, Luis Alberto Núñez Colmán y Adán Darío Vera Santacruz y los suboficiales Hugo Alfredo Vigneaux Torres, Antonio Ramón Alcaraz y Pablo Díaz Cuevas.
También está procesado el chofer de Prosegur Carlos González. Este caso está a cargo del fiscal Osvaldo Caballero Bracho.

Dice que no hay pruebas

El abogado Leonardo Garófalo dijo que la fiscalía tuvo más en cuenta la declaración de un procesado, el oficial Hugo Vigneaux, que la declaración dos testigos: los oficiales Luis Núñez, jefe de Robo y Hurtos de la comisaría de Ñemby, y el oficial Juan Bareiro, de la misma unidad policial.

Indicó que estos dos policías, a diferencia del imputado, tenían la obligación de decir la verdad.

Los dos testigos señalaron que cuando Vigneaux fue traído a la comisaría con el dinero que se encontró en su poder, no estaba Amarilla en esa unidad policial.

“Sin embargo los representantes del Ministerio Público decidieron tomar en cuenta la versión de un imputado que no tiene la obligación de decir la verdad, antes que la versión de dos testigos para mantener privado de su libertad a una persona”, aseveró.

Luego el abogado explicó el motivo de la presencia de Amarilla en la sede de la comisaría, el día que Vigneaux señaló que le despojaron a la fuerza el dinero de Prosegur. Esto fue el 23 de febrero pasado.
Garófalo refirió que Amarilla estaba en la cancha de 12 de Octubre de Itauguá, donde jugaban Luque y Gral. Díaz.

El encuentro deportivo comenzó a las 18:00 y casi al término de primer tiempo, el comisario Amarilla recibe una llamada del jefe de la comisaría de Ñemby, Osvaldo Ayala, quien le invitó a que pase por la comisaría.

“(Amarilla) llega a la comisaría Ñemby a las 19:20 horas aproximadamente siendo recibido por el oficial de guarida adjunto, el suboficial Emigdio Aguayo; ingresa en el estacionamiento donde se encontraba el subjefe comisario Yoni Díaz, ambos le manifiestan que había un detenido con una enfermedad grave, que se suministraba medicamentos delicados y que dos detenidas que se encontraban en un calabozo fueron trasladadas a la oficina del subjefe para ubicarle al enfermo en un calabozo solo. Estaban además varios detenidos en el otro calabozo (la comisaría cuenta con tres calabozos”, señaló.

Dijo que Amarilla aprobó lo dispuesto por los jefes de esa comisaría. “Antes de retirarse pasó a ver al detenido de nombre Ramón Isasi, quien dormía, posteriormente se retiró siendo aproximadamente las 19:25 horas. Conforme al libro de novedades estuvo cinco minutos en la comisaría”.

Garófalo enfatizó que Amarilla era jefe de Orden y Seguridad, por lo cual se desempeñaba como el segundo de la seguridad en el departamento Central. Refiere que en ausencia del jefe de Policía de Central él cumplía esa función. “El día sábado 23 y domingo 24 de febrero, el comisario principal José Dolores Amarilla estuvo de turno”, refirió.

Otra prueba de que mintió Vigneaux

Garófalo indicó que una prueba más de que lo manifestado por el oficial Vigneaux es mentira, es la declaración de su hermana.

“La testigo de la fiscalía Karen Vigneaux manifestó en la fiscalía que su hermano Hugo y los demás policías ingresaron en su casa a las 18:00 horas”, puntualizó.

A renglón seguido los testigos Núñez y Bareiro coinciden en que estuvieron aproximadamente 20 minutos en la casa de Karen Vigneaux.

Refirió que de la casa de Karen Vigneaux, hay 20 minutos de recorrido.

“Es decir, a las 18:40 horas, el grupo llegaría a la comisaría”, indicó el abogado.

Agregó: “A esa horas el comisario principal José Amarilla estaría saliendo de la cancha del 12 de Octubre de Itauguá y jamás en la comisaría de Ñemby como dice Hugo Alfredo Vigneaux Torres y cuya versión la fiscalía tomó como cierta”.

Enfatizó sobre este punto: “La versión desacreditada de Hugo Vigneaux es el único elemento que posee la fiscalía para tener preso al comisario Amarilla”.

Indicó que no hay tan siquiera sospecha de que Amarilla se haya llevado el dinero. “Nadie le vio salir de la comisaría al comisario principal José Amarilla con algo voluminoso, alguna cartera, bolsón o algo en la mano que pudiera hacer sospechar que pudo haber sacado dinero como manifestó Hugo Alfredo Vigneaux en su manifestación”.

El abogado indicó que solicitaron diligencias para probar con claridad los argumentos que demuestran que Amarilla no estuvo implicando en el hecho.

“La defensa técnica del comisario principal José Amarilla ha solicitado la declaración testifical del comisario principal Simeón Servián, jefe de la comisaría sexta de Itauguá, y la reconstrucción de los hechos desde la salida del comisario Amarilla del estadio 12 de Octubre hasta la salida de la comisaría séptima de Ñemby, con el cual se podrá demostrar claramente que no pudo estar a la hora que manifiesta el Sr. Hugo Alfredo Vigneaux y que este miente y que una mentira es el único elemento que la fiscalía tiene en contra del comisario principal José Amarilla para sostener los cargos de reducción, coacción grave, extorsión grave, robo agravado y lavado dinero”, concluyó.

ocaceres@abc.com.py

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