Operativo criminal Banda toma San Cristóbal

La tranquila comunidad de San Cristóbal, en el suroeste del Alto Paraná, fue sacudida la noche del 13 y madrugada del 14 de setiembre de 2014, por una serie de golpes simultáneos ejecutados por la megabanda del recientemente condenado Amado Ramón Benítez. Los maleantes atracaron dos bancos y una casa de cambios, además de tomar una subcomisaría.

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El megaoperativo en esta comunidad cuya población apenas supera los 10.000 habitantes fue ejecutado por una banda integrada por al menos 30 asaltantes que secuestraron a cuatro policías, robaron dos patrulleras y detonaron bombas en una casa de cambios y dos sucursales bancarias. Al final, provocó daños materiales mucho más costosos que el mismo botín de G. 400 millones con el que al final pudieron alzarse. Los delincuentes dejaron esparcidos en su huida otros G. 160 millones.

Los 30 asaltantes estaban armados con fusiles, metralletas y pistolas; además estaban encapuchados con pasamontañas y se movilizaban en al menos cinco vehículos.

El primer paso del cinematográfico golpe fue la toma de la subcomisaría de la colonia San Miguel del Monday, ubicada a unos 40 kilómetros de San Cristóbal, donde redujeron a culatazos al jefe de dicha unidad policial, oficial 1º Roberto Sanabria, y al suboficial 2° Fernando Benítez.

Posteriormente, llevaron esposados a los agentes en su propia patrullera, el móvil 0170, y a unos cinco kilómetros, los trasbordaron a una camioneta Hyundai Santa Fe para dirigirse al casco urbano de San Cristóbal.

“Durante el camino, escuchamos que el jefe del grupo se comunicaba por celular con varias personas que le informaban de los movimientos de la Policía en Juan León Mallorquín, O’Leary, José Domingo Ocampos, J. Eulogio Estigarribia, Torín, San Cristóbal y Naranjal. Aparentemente tenían campanas en todas las ciudades”, precisó Sanabria.

Al llegar a San Cristóbal, los asaltantes redujeron a otros dos agentes que patrullaban la ciudad en el móvil 200 de la comisaría 20ª. Con dos patrulleras a su cargo y cinco vehículos particulares, los delincuentes literalmente se apoderaron del centro de la ciudad, detonaron explosivos en la bóveda de la casa de cambios “Santa Rita Cambios” y en los cajeros automáticos del banco Itaú y del Banco Regional.

Los daños materiales producidos por las explosiones y el tiroteo generaron pérdidas más cuantiosas que el mismo botín que se llevaron.

cazenave@abc.com.py

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