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El nombre de María Estela “Ñata” Legal viuda de Yegros saltó a los titulares noticiosos a fines del mes de agosto último, cuando el juez penal de Garantías de Asunción N° 4, Rubén Riquelme, decretó su búsqueda y captura en un proceso por estafa.
La otrora poderosa mujer se mantuvo prófuga por unos días hasta que nuevamente el mismo juez que decretó la orden restrictiva de libertad levantó la medida para malestar de quienes promovieron la denuncia, querella e imputación.
Tras quedar nuevamente en libertad, doña “Ñata” volvió a disfrutar de ese beneficio, pero quedó sujeta al juicio que ahora sigue en trámite y con la fecha fijada para la audiencia en la que el magistrado interviniente decidirá si la querellada debe afrontar o no el juicio oral.
De acuerdo al expediente del proceso, “Ñata” Legal adquirió acciones de la sociedad comercial Interpharma SA, propiedad de Sumijiro Takaoka, por 450.000 dólares, en octubre del 2007.
La millonaria suma quedó instrumentada en un contrato y a la vez, en los pagarés con fecha de vencimiento 5 de mayo de 2008, por US$ 100.000; otro por el mismo monto con vencimiento 9 de noviembre de 2008; otro por US$ 150.000 con vencimiento 5 de mayo de 2009 y otros dos pagarés por US$ 60.000 y US$ 27.815, respectivamente.
El caso había sido impulsado por el entonces fiscal Rubén Villalba, quien presentó la correspondiente imputación, acusación y pedido de juicio oral antes de haber sido destituido de su cargo y procesado por coima. Villalba fue reemplazado en el proceso por el fiscal Jalil Rachid mientras que como querellante se había presentado el abogado Mario Aníbal en representación de Sumijiro Takaoka.
Paralización
El procesamiento de Villalba por coima favoreció a la imputada, porque permitió la paralización del expediente luego de que el entonces fiscal solicitara juicio oral para la acusada.
Después de intervenir en el caso, el fiscal Rachid llevó adelante algunas diligencias a solicitud de la querella, y en el expediente se presentaron numerosos incidentes que más tarde fueron resueltos en la Corte Suprema, instancia que permitió la tramitación del proceso.
El desarrollo del juicio permitió conocer aspectos íntimos del caso así como los hechos atribuidos a la imputada. En ese sentido los papeles del proceso revelaron que el 23 de octubre del 2007, “Ñata” Legal adquirió a través de un contrato privado las acciones de la sociedad comercial denominada Interpharma SA, propiedad de Sujimiro Takaoka, por la suma de 450.000 dólares americanos, instrumentada, como ya se explicó.
La denuncia y querella dijeron que “Ñata” Legal no cumplió con las obligaciones contraídas, situación que obligó a Takaoka a promover varios juicios, pero sin el éxito esperado.
“Simulación”
La denunciada “procedió a simular la venta de las acciones a terceras personas, declarándose insolvente ante la ley y declarada judicialmente su inhibición para gravar y vender, con la intención de evitar cualquier tipo de embargos y ejecuciones sobre sus bienes, intentando con estas acciones eludir la responsabilidad asumida”, dijo en su momento la Fiscalía en el escrito de la acusación.
“María Estela Legal Vda. de Yegros adquirió por contrato acciones por un valor de 450.000 dólares americanos, asumiendo la responsabilidad de abonar por las mismas a través de pagarés indidualizados, sin embargo la misma no abonó suma alguna por los documentos representativos, y muy por el contrario simuló la transferencia de las mismas a terceras personas, y por otro lado logró que se declare judicialmente su inhibición de comprar y vender con la intención de eludir cumplir con el pago de las mismas, ocasionando un grave perjuicio patrimonial de 337.815,45 dólares americanos a la víctima, cuando que a través del contrato firmado habría asumido la obligación de precautelar el patrimonio del querellante”, puntualizó la acusación al remarcar que “por tales motivos la señora “Ñata” “es responsable de autor directo del hecho punible investigado de conformidad a lo que establece en el artículo 29 del Código Penal”.
Sigue diciendo la acusación fiscal, ahora a cargo del juez Rubén Riquelme, que “en este caso particular surge que la acusada se representó como posible para engañar al querellante manifestando que no tenía solvencia para reparar el daño causado a consecuencia de la adquisición de las acciones y el no pago por las mismas, teniendo efectivamente varias cuentas en bancos, asimismo la recepción de sumas de dinero por la venta de un inmueble de su propiedad a través de las cuales surge que poseía solvencia”.
De los elementos que forman parte del expediente queda demostrado que existió intención o ánimo de lucro indebido desde el primer momento por parte de la acusada, insistió la fiscalía.
Enfatiza que la mujer “actuó con dolo, demostrándose la antijuridicidad de su conducta, no existiendo causa de justificación en el proceder de la misma”.
Agrega la acusación que en este caso se ha demostrado la existencia de los hechos punibles, que, además de ser antijurídicos, evidencian de que no existe ninguna causa de justificación en el proceder de la señora “Ñata”.
A lo largo del proceso se ha demostrado la conducta antijurídica de la acusada, añaden la fiscalía y la parte querellante que ahora aguardan el desarrollo de la audiencia preliminar para el 26 de noviembre.
Este es un singular caso de estafa que afecta a quien fue una poderosa e influyente mujer durante la dictadura de Alfredo Stroessner.
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