Nadie investigará a Benítez Riera

El ministro de la Corte Luis Benítez Riera tiene a gran parte de sus familiares trabajando en la función pública. Se descubrió que algunos estaban cobrando sin trabajar, pero ni sus pares del alto tribunal, ni la fiscalía abrieron una investigación.

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El Dr. Luis María Benítez Riera llegó a la Corte Suprema en el 2011 con el apoyo político de su amigo Fernando Lugo, quien en ese entonces era presidente de la República.

El magistrado quien tiene una carrera judicial que se inició en 1979 en cargos menores; llegó a ser juez, para luego acceder a la máxima instancia judicial.

Pero al ejercer el cargo de ministro de la Corte comenzó a ubicar a sus parientes más cercanos en cargos en los cuales recibirían una importante remuneración salarial.

Incluso se crearon nuevas direcciones en las que pudo ubicar a su familia, como ocurrió en el año 2012, cuando se creó la Dirección General de Garantías Constitucionales, Remates y Peritos Judiciales, donde se nombró como directora a María Verónica Lina Sienra Bertón de Benítez, quien no es otra que la esposa de Benítez Riera. Pero lo grosero del caso no es que ella ocupara la dirección, sino que no cuenta con título universitario, pero igual tiene un salario de G. 16.168.000.

Sin ser abogada ella es la encargada de una dependencia muy importante dentro de la estructura del Poder Judicial

De esa forma Benítez Riera comenzó a repartir cargos para su suegra, yernos, hijos y otros familiares. Claro que ese mal no es exclusividad de este ministro, también sus colegas tienen el mismo modus operandi. ¿Será por eso que cuando saltan a la luz pública hechos graves como estos, todos los que integran la Corte Suprema de Justicia hacen la vista gorda?

Recientemente ABC Color inició una serie de investigaciones a la médica Laura Geraldine Bordenave Gamarra, quien es funcionaria del Poder Judicial y que estuvo cobrando un sueldo sin trabajar por cuatro largos años. El caso debía ser investigado de oficio por la fiscalía o por lo menos se tendría que haber iniciado una auditoría en la Corte Suprema, para ver qué ocurrió con esta funcionaria.

Pero, ¿quién es Laura Geraldine Bordenave?, es la nuera de Benítez Riera, ya que la médica está casada con Luis María Benítez Sienra, hijo del ministro.

Laura ingresó al Poder Judicial un año después que su suegro sea nombrado ministro. En el año 2014 la Dra. Laura Geraldine Bordenave Gamarra viajó con su esposo a México, donde realizó una especialización en reumatología, por cuatro años y regresó este año. Pero lo grave del caso es que durante su ausencia en el Poder Judicial, ella siguió cobrando su sueldo todos los meses sin trabajar, además para agravar más el caso también le pagaron bonificaciones, mientras gozaba de un permiso especial que le dio la máxima instancia judicial.

Por hechos menos graves que estos, que a diario se conocen a través de la prensa, la Dirección General de Auditoría de Gestión de la Corte inicia una investigación, pero en este caso no se pronunció.

Hubo un silencio cómplice de la Corte con su miembro Benítez Riera, para blindarlo de toda investigación. Hasta el Ministerio Público dio vuelta la cara para no ver las publicaciones que iba haciendo el diario ABC Color sobre el caso.

Aclaratoria

A través de una aclaratoria la Corte Suprema de Justicia para desmarcarse de este caso, dijo que la nuera de Benítez Riera gozó de un permiso especial, para que pese a no estar trabajando siga cobrando su salario básico, que es de G. 4.538.935, pero en la planilla de cobro está acreditada que la médica percibió G. 700.000 como una bonificación, Empero no se aclara en concepto de qué recibió ese dinero ya que ella estaba en México y no en su lugar de trabajo. Pero aparte de esto también se encontró que también la nuera del ministro facturaba G. 1.400.000 en concepto de subsidio para salud.

Todo esto que está asentado en los registros de pago de sueldos del Poder Judicial podría servir fácilmente para iniciar una investigación aunque sea interna, pero nadie se atrevió.

Benítez Riera no habla con la prensa, es uno de los ministros de menos apertura, y más todavía luego de conocerse todos estos casos prefiere mantenerse al margen y ahora tampoco acepta viajes al exterior.

Hace un par de semanas la Corte de Rusia invitó a sus pares paraguayos para una visita de cortesía. Se armó el grupo para el “tour” y lo integraban el presidente de la Corte, el Dr. Raúl Torres Kirmser, y los ministros Luis María Benítez Riera y Miryam Peña.

Pero en esos días explotó el caso de la nuera planillera del ministro, quien optó por “bajarse” del viaje, para evitar estar nuevamente en el ojo de la tormenta. Como no dio explicaciones sobre el caso de su nuera, tampoco estaba en condiciones de argumentar sobre el viaje que iba a hacer con sus colegas.

La Corte Suprema de Justicia que recauda millones de guaraníes en concepto de cobro por tasas judiciales, aparte de su presupuesto anual, despilfarra el dinero en dar cargos a parientes, que en casos como el citado, cobran sin trabajar.

La hija

No solo el Poder Judicial es el lugar donde el ministro Benítez Riera tiene a sus parientes; por ejemplo María Sofía Benítez Sienra, desde que su papá es ministro de la Corte trabaja en la Entidad Binacional Yacyretá, con un sueldo de G. 18.163.000.

La otra hija

María Verónica Benítez Sienra, la otra hija del ministro Benítez Riera, también es funcionaria pública, pero en la Fiscalía, donde ingresó el año que su papá fue nombrado en la Corte Suprema de Justicia y gana G. 14.181.000 mensuales.

La sobrina

María Adriana Pérez Sienra, hija de la hermana de la esposa del Dr. Luis María Benítez Riera, por ende, su sobrina, desde el año 2014 es funcionaria del Ministerio de la Defensa Pública, donde tiene un sueldo de G. 7.075.950 por mes.

La nuera

Laura Bordenave ingresó al Poder Judicial en el 2012, cuando aún era la novia del hijo de Luis María Benítez Riera. Al año siguiente se casaron y un año más tarde ya se fueron a vivir al exterior para hacer una especialización y seguir cobrando dinero público.

El patriarca reparte cargos y buenos salarios a la familia

A la hora de repartir cargos y buenos salarios, el Dr. Luis María Benítez Riera no escatima esfuerzos. Escarbando entre las planillas de funcionarios del Poder Judicial vemos que no solo con su nuera la médica Laura Geraldine Bordenave fue generoso el ministro, sino que también con su yerno Eduardo José Benítez Araújo, quien casualmente el año en que su suegro fue nombrado como ministro de la Corte, también ingresó al Poder Judicial.

Benítez Araújo, quien está casado con María Sofía Benítez Sienra, ingresó como asistente administrativo de la Dirección de Recursos Humanos, pero luego ya fue ascendido a asesor donde su salario ya era de G. 7.536.180, más bonificación por responsabilidad en el cargo y grado académico, lo que eleva su ingreso mensual a casi 12 millones de guaraníes.

El 20 de junio pasado la suerte le volvió a sonreír al yerno del ministro Benítez Riera, debido a que la Corte Suprema de Justicia dispuso una reestructuración en el departamento donde estaba Benítez Araújo y pasó a ser el asesor mejor pagado en esa dependencia, donde están 73 funcionarios y él tiene el cargo de Asesor (I).

Es sabido que el pago de bonificación por responsabilidad en el cargo es un beneficio que se especifica claramente en el reglamento de la Corte Suprema de Justicia. Lo que llamó la atención es que casualmente el yerno del Dr. Benítez Riera fue el que se llevó la tajada más grande de la torta en detrimento de sus otros 72 compañeros.

Mientras la médica Laura Bordenave estaba en México haciendo una especialización, su hermano José Carlos Bordenave ingresó como funcionario al Poder Judicial. De esa forma se va completando la parentela de sangre y política de Benítez Riera.

El hermano de Laura Bordenave trabaja también en el Poder Judicial desde el 2013. Se trata de José Carlos Bordenave Gamarra. Es operador informático. Gana G. 2.917.320 mensuales.

El Colegio de Abogados del Paraguay pidió que se inicie una investigación sobre el caso de la nuera del ministro Benítez Riera, quien cobraba sin trabajar.

Como era de esperarse, el pedido quedó en la nada ya que no hubo respuesta. El modus operandi de la Corte Suprema es esperar que las aguas se calmen, no responder, aguardar que otro hecho más grave de corrupción salga a la luz pública y que todos se olviden de las denuncias y luego seguir con la rutina.

victor.franco@abc.com.py

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