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Cristhian Bernardo Florentín Martínez fue un conocido delincuente que mantuvo a raya a los organismos de seguridad durante la primera década del 2000.
Nacido el 25 de mayo de 1978 en Asunción, Florentín cuenta con más de 12 antecedentes por asaltos a mano armada, extorsión, hurto y tentativa de homicidio doloso. Sin embargo, llamativamente los jueces le otorgaban el “beneficio” de arresto domiciliario, medida que llegó a violarla en reiteradas ocasiones.
Las medidas sustitutivas de prisión también le permitían organizar sus gavillas para consumar nuevos golpes y mantener en zozobra a las fuerzas policiales. Fue en ese contexto que pasó a organizar una banda de maleantes que asestó importantes robos y asaltos en el último quinquenio de la década del 2000.
Uno de los ilícitos más graves que lideró fue el asalto a la casa matriz de la entonces financiera Atlas SA la mañana del 29 de junio de 2007. Los malvivientes se llevaron en esa oportunidad la suma de 120.000 dólares.
Pero el más significativo quizás de todos los golpes fue el robo de un maletín que contenía un millón de dólares, materializado a las 05:10 del 31 de julio de 2007 a metros de la zona restringida, en el embarque del segundo nivel del aeropuerto internacional “Silvio Pettirossi”.
El golpe tipo comando fue efectuado por 14 malvivientes, entre hombres y mujeres que se ubicaron en sitios estratégicos de la terminal aérea para vigilar los movimientos de Dong Joom Kim, empleado de la casa de cambios Money Exchange SA, quien portaba la maleta. Cuando encontraron la ocasión propicia, uno de los maleantes sorprendió a la víctima y le despojó del portafolios para luego emprender la fuga escoltados por sus cómplices.
Los investigadores policiales reconocieron al instante a Florentín como uno de los autores del millonario golpe e iniciaron su búsqueda, hasta que el 24 de agosto de 2007 le dieron captura tras una balacera en el barrio Villa Morra de Asunción.
En una de esas “pasantías” por la cárcel conoció a Amado Ramón Benítez, quien comenzó a organizar la famosa “megabanda”, al juntar delincuentes de diversas gavillas.
Amado Benítez y la “megabanda”
A comienzos del mes de febrero de 2010 Cristhian Florentín y Amado Ramón Benítez apenas salieron de la cárcel de Tacumbú ya comenzaron a “reclutar” a peligrosos exconvictos para así conformar lo que después fue conocida como la megabanda de asaltantes que perpetró varios golpes a sucursales de financieras y bancos en Asunción y ciudades del departamento Central. También efectuaron varios atracos domiciliarios.
Uno de los delitos de mayor trascendencia que se les atribuyen a Florentín y su banda fue el asalto y secuestro del ejecutivo del banco Amambay Eduardo César Campos Marín y su hijo, materializado el 21 de abril de 2010 en la residencia de las víctimas, situada en el barrio Roberto L. Petit de la capital. Los malvivientes se llevaron en esa ocasión 1.500 dólares americanos y 500.000 guaraníes en efectivo, además de varios objetos de valor en la casa.
Un mes después tomaron por asalto la casa del empresario Miguel Arcángel Larreinegabe, ubicada en Zona Norte de Fernando de la Mora. También asaltaron una fábrica de cal ubicada en la compañía Piquete Cue de Limpio.
Sus últimos golpes
Cristhian Florentín salió de Tacumbú en junio de 2009, pero al mes siguiente fue capturado nuevamente, esta vez al ser vinculado por el asalto a Mocipar Automotores SA, acontecido el 6 de julio de ese año, cuando una gavilla se alzó con G. 100 millones.
Desde la cárcel dirigió una gavilla de extorsionadores de víctimas de robo de vehículos, que en 2009 fue desbaratada.
Florentín salió de la penitenciaría regional de Emboscada en noviembre del 2012 y reagrupó su banda. El criminal escogió a Wilfrido Duarte Molinas para que sea su principal colaborador. Según los investigadores, la banda está conformada por unos seis miembros, y efectuaron varios golpes pequeños en Central y Asunción antes de que Florentín caiga. Los delincuentes también incursionaron en el delito del robo de vehículos.
Florentín finalmente fue capturado por la Policía el 10 de julio de 2010, durante un operativo que tuvo lugar en la compañía Mora Cue de Luque, por una serie de asaltos y extorsiones que se le sindicaban como supuesto autor. Actualmente se encuentra encerrado en la penitenciaría de Tacumbú, donde purga sus condenas.