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El mecánico Juan Antonio López Cantero y Gladys Andrea Garay se conocieron en 2015 y comenzaron una relación amorosa. Un año después formalizaron su relación, contrajeron nupcias y fijaron domicilio en una vivienda del barrio Achucarro de San Antonio, a unas cuatro cuadras de la ruta Acceso Sur.
Sin embargo, López ignoraba que su flamante esposa no puso fin a su relación con su antigua pareja, el también mecánico Carlos Ramón Ferreira Cristaldo, y que deshacerse de él figuraba entre sus planes, según las pesquisas de los investigadores.
Poco después de celebrarse el casamiento, la enfermera obligó a su esposo adquirir un seguro de vida por G. 300 millones, con una cláusula que estipulaba que el pago debía ser el doble si la muerte se registraba en el interior de la casa y en forma violenta. La pareja pagaba G. 900.000 al mes por la póliza y el hecho ya había generado suspicacias entre los familiares del mecánico.
Fue en esas circunstancias, en que aparentemente la enfermera y su amante planearon el asesinato de López Cantero, quien un mes atrás había sido víctima de un supuesto intento de homicidio.
El crimen planificado
La enfermera y su amante confabularon el crimen de López Cantero, a modo de que pareciera que fue con fines de un asalto. Para ello contaron con la complicidad con el exconvicto Joel Esteban Servián Leite. Este último confesó, tras ser detenido, que la tarde del 25 de febrero se reunió con Gladys Andrea Garay y Carlos Ramón Ferreira para planificar el ataque, que debía materializarse esa misma noche y la madrugada siguiente.
El sicario mencionó que la enfermera le entregó G. 500.000 para sus gastos de movilidad y para asegurarse de que pudiera llegar a su casa. La madrugada del 26 de febrero él entró por el frente, ya que la mujer le dejó la puerta abierta, en tanto que Ferreira Cristaldo ingresó por atrás, debido a que temía ser reconocido por algún vecino.
Esta versión fue confirmada por el propio amante de la enfermera ante la Policía, según el refirió el comisario principal Rubén Paredes, quien dirigió la investigación.
Una vez que Servián y Ferreira pudieron entrar a la casa, Gladys Andrea Garay despertó a su marido para que saliera a verificar unos supuestos ruidos extraños que le despertaron y provenían desde el patio. López Cantero se levantó de la cama y fue a investigar, pero al instante fue reducido por los dos hombres.
“Carlos (Ferreira) le picaneó (con una picana eléctrica) y ese señor se cayó. Yo después le atajé hasta que esa señora se subió sobre su marido y le cortó el cuello, no sé si era un bisturí o un cúter, porque no vi bien lo que tenía en la mano”, recordó fríamente el sicario.
Con su declaración, Servián culpó directamente a la esposa de la víctima como la autora material del crimen.
La muerte del primer marido
Antes de contraer matrimonio con Juan Antonio López Cantero, Gladys Andrea Garay estuvo casada con Gerardo Ramón Ferreira Delvalle. Este último murió el 3 de abril de 2015 y llamativamente, su fallecimiento acaeció solo tres días después de que entrara en vigencia la póliza que adquirió y de la que solo su cónyuge era beneficiaria, según detalló la fiscala María José Pérez.
De acuerdo al informe proveído por Aseguradora del Este, el 17 de marzo de 2015 Ferreira contrató el seguro de vida, por muerte o invalidez permanente, el cual entró en vigencia el 30 de marzo y la muerte sucedió el 3 de abril, cuando solo se había realizado el pago de la primera cuota.
El 1 de setiembre de 2017 la fiscala María José Pérez presentó la acusación contra Gladys Andrea Garay, su amante Carlos Ramón Ferreira Cristaldo y el sicario Joel Esteban Servián Leite, para así iniciar el juicio y fijar las condenas correspondientes.