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Un plan de fuga que involucró al menos a cinco convictos llevados desde la cárcel de Tacumbú fue abortado el pasado jueves en la penitenciaría regional de Pedro Juan Caballero. Fue tras el descubrimiento de un túnel de diez metros de longitud por cincuenta centímetros de ancho en la celda N° 24 del pabellón “B” del reclusorio, durante una requisa efectuada tras la conclusión del horario de visitas.
A raíz del descubrimiento del túnel, el director de la penitenciaría de Pedro Juan Caballero, Juan Carlos Irala, anunció que realizará un sumario administrativos a los guardiacárceles del penal, a fin de conocer si hubo negligencia en el sistema de vigilancia o bien complicidad de los custodios.
Conforme a los datos, la penitenciaría regional de Amambay, ubicada a las afueras de Pedro Juan Caballero, tiene una capacidad de albergue para 420 internos. No obstante, esta capacidad es rebasada en casi el doble, debido a que aproximadamente hay unas 800 internos en el reclusorio.
Problema de hacinamiento
El director de Institutos Penales, Artemio Vera, no descartó que el problema detectado en la cárcel de Pedro Juan Caballero a raíz de intento de fuga pueda trasladarse a otros centros penitenciarios del país, debido principalmente a la sobrepoblación carcelaria.
“Es un toque de alerta importante, debido a que la mayoría de las penitenciarías se encuentran con hacinamiento, y eso conspira contra la seguridad. Es importante descartar, por otra parte, que gracias a las gestiones realizadas por la ministra de Justicia, Carla Bacigalupo, ante la Secretaría de la Función Pública, se dispuso un estado de emergencia penitenciaria ante la situación”, explicó Vera.
El alto funcionario penitenciario refirió que a raíz de estas gestiones se logró la contratación de cien nuevos agentes penitenciarios sin recurrir a un concurso de licitación.
“Es un hecho que va a paliar en algo las necesidades que tenemos. De hecho, la ministra había dispuesto por resolución que debe hacerse requisas en todos los penales semanalmente y a veces se hace en forma sectorizada”, afirmó.
Artemio Vera informó, entre otras cosas, que el túnel fue descubierto gracias a una requisa general que se hizo en todos los pabellones de la cárcel pedrojuanina, hasta que hallaron el conducto debajo de una de las literas de la celda N° 24 del pabellón “B”.
“Se sacó a todos los internos y se encontró el túnel debajo de una de las literas o cama de cemento”, relató Vera.
“Todos los que están en carácter de celador deben ingresar a las celdas y hacer una verificación general a las 07:00 de la mañana”, añadió el director.
Dilatación de procesos penales
El director de Institutos Penales también hizo referencia a otro problema que, además del hacinamiento, desespera a la población carcelaria. Se trata de la dilatación de los procesos penales.
“Otro problema que también conspira contra la seguridad es la indefinición de los procesos penales. Existen internos que no tienen noticia de sus expedientes judiciales por mucho tiempo. Entonces, entran en una etapa de desesperación y están en condiciones de realizar cualquier cosa para salir de allí. Operan desde dentro de las cárceles para evadir la Justicia”, indicó Artemio Vera, al ser consultado sobre el caso.
Se sabe que la mayoría de los reclusos de los distintos centros penitenciarios del país no cuentan aún con una condena fija.
“La morosidad judicial también constituye un problema que conspira no solo contra la seguridad penitenciaria, sino también contra la tranquilidad de las personas privadas de su libertad”, refirió.
“Muchas veces existen casos de convictos que han tenido abogados particulares, pero debido al alto costo que significa en el pago de sus honorarios, se ven obligado a desistir de ellos y recurrir a los servicios de la defensoría pública”, argumentó el alto funcionario.
“Los defensores públicos, por su parte, por más buena predisposición que tengan están con sobrecarga de trabajo y eso provoca también la dilatación de la revisión de los casos de cada interno”, agregó a su explicación.
Los involucrados en el caso
La investigación policial y de las autoridades carcelarias identificaron por lo menos a seis involucrados en el intento de fuga abortado el pasado jueves en la Penitenciaría Regional de Amambay. Hasta el momento, son seis los internos implicados, pero no se descartan que otros pudieran haberse adherido al plan.
Según explicó Artemio Vera, el “cabecilla” del plan es Cipriano Páez Ramírez, quien purga una condena de 22 años por homicidio doloso y abigeato. También está acusado del asesinato por descuartizamiento en 2012 de un recluso de la cárcel de Tacumbú, identificado como Favio David Mendieta Pintos.
Tampoco es la primera vez que Páez Ramírez escapa de un reclusorio, dado que el 25 de noviembre de 2012 huyó de la Penitenciaría Regional de Misiones al sumarse al plan de fuga planeado por el “zar del microtráfico” Armando Javier Rotela, pero la Policía lo recapturó ese mismo día.
Los otros convictos involucrados en el frustrado intento de fuga son Fermín Varela, procesado por abigeato; Robert Jaime Ramírez, enjuiciado por asalto; Alberto Fabián Cabrera Vielma, quien purga una condena de cinco años por tenencia de drogas y homicidio; Óscar Ariel Lezcano Argüello, procesado por robo agravado, y Marcial Rojas, preso por asesinato.
“Es un túnel muy importante, en principio se iban a escapar cinco reos, aunque no se descarta que otros se podrían haber sumado”, sostuvo Artemio Vera.
“De materializarse, hubiese sido una situación muy delicada, debido a que se trata de delincuentes considerados altamente peligrosos”, añadió el director de Institutos Penales.
Una vez abortado el intento de fuga, los reclusos sorprendidos dentro del conducto subterráneo fueron aislados de la población penal, por orden del fiscal Roosevelt Benítez.
Artemio Vera también señaló que los resultados de la investigación iniciada para esclarecer el suceso serán dados a conocer una vez concluidos los análisis técnicos a cargo de los agentes de Investigación de Delitos y peritos de Criminalística de la Policía de Amambay.
El director de Institutos Penales tampoco descartó la posibilidad de que hubo negligencia de parte de los guardiacárceles, quienes no se percataron de la existencia del pasadizo subterráneo debajo de una de las literas.
“No se puede descartar negligencia, porque todas las mañanas se realiza el conteo de internos”, acotó Vera.
La investigación, mientras tanto, prosigue y la seguridad en los penales está amenazada.
cazenave @abc.com.py