Cargando...
Richard Pereira, padre, dijo que sintió un gran alivio al escuchar que el juez Escobar decidió elevar a juicio oral la causa de su hijo.
“Estoy muy conforme con la justicia, ya que pese a sortear varios obstáculos logramos que ya se eleve el caso a juicio oral y ahora solo estamos expectantes a que fije la fecha”, apuntó Pereira.
El padre que acompaña a Richard en su día a día se mostró muy orgulloso por los avances judiciales y explicó que la intención de la familia es que estos dos policías vayan a parar a la cárcel.
Richard Pereira (h) en la madrugada del pasado 13 de agosto regresaba a su casa en el barrio Roberto L. Pettit cuando, sobre la calle 24ª Proyectada casi Pa’i Pérez, agentes de la comisaría 4ª Metropolitana lo detuvieron y lo sacaron del vehículo, luego le dispararon en la nuca, pero el joven no murió y pudo identificar a sus agresores, quienes ahora están procesados. Sin embargo, la víctima quedó parapléjica.
“Nos ofrecieron un arreglo económico, para que los policías no vayan presos, pero rechazamos el dinero, pese a que estamos en una calamitosa situación económica. Acá lo que perseguimos es justicia, para que estos dos policías paguen por lo que le hicieron a mi hijo, y estamos seguros de que ya hicieron varias veces lo mismo contra otros inocentes, solo que esta vez no les salió bien. Por eso vamos a pedir la máxima pena para ambos policías”, apuntó Richard Pereira. El padre del joven recordó que en febrero, cuando se hizo la reconstrucción del caso, el comisario Zárate le ofreció 200 millones de guaraníes para llegar a un acuerdo. También dijo que poco después la defensa del suboficial le propuso la misma salida, pero no le dijeron cuánto dinero le iban a dar.
“Nosotros gastamos por mes unos ocho millones de guaraníes y mi hijo tiene que tener un tratamiento de por vida. Acá el Estado o la misma Policía Nacional tiene que hacerse cargo del tratamiento”, comentó.
Tiene mucho trabajo
Richard Pereira, pese a quedar parapléjico tras el ataque que sufrió, trató de retomar su vida normal y volvió a trabajar. El joven es técnico en reparación de teléfonos celulares, montó un taller en su casa y se dedica a eso. Richard Pereira padre dijo que anímicamente su hijo se encuentra más fuerte que nunca y que hay mucha gente que viene a traerle trabajos, que lo mantienen entretenido y le hacen sentir más vivo que nunca. Es más, según el padre de Richard, desde hace un tiempo ya no piden ayuda económica a nadie ni hacen más eventos, como polladas y otras actividades, para juntar dinero, por pedido del joven, quien quiere ganar su dinero a través de su trabajo para poder comprar sus medicamentos que tiene que consumir de por vida, apuntó el padre. Sin embargo, agradecen a todas las personas que se acercan hasta su casa para darle trabajo a su hijo.
victor.franco@abc.com.py