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La destitución del magistrado fue dada a conocer en la última sesión del JEM, que se hizo en Asunción.
El órgano juzgador consideró que el juez benefició con la medida sustitutiva a la prisión preventiva a Barón Escurra pese a que el Ministerio Público ya había presentado acusación contra este y que incluso solicitó la elevación de la causa a juicio oral y público.
El Jurado también tuvo en cuenta que los hechos punibles por los cuales está acusado el capo badeño, tenencia de marihuana, asociación criminal, reducción y trasgresión de la ley de armas, son considerados crímenes y que por ende no correspondía la aplicación de medidas sustitutivas, tal como lo establece la ley 4.431.
Para colmo, el fiscal de la causa fue notificado por WhatsApp de la audiencia de revisión de medidas a la cual fue convocado el procesado por el magistrado. Obviamente, el fiscal entonces ni siquiera pudo asistir a la diligencia, en la que se iba a oponer a la concesión de medidas.
El hasta entonces juez Leonjino Benítez alegó ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados que la defensa de Barón Escurra presentó un hecho nuevo en el proceso para pedir la audiencia de revisión de medidas, que era supuestamente que el narco fue sometido a un examen de toxicología que comprobaba que este es un adicto a la marihuana.
La destitución de Leonjino se debió también a que este le concedió medidas al narco porque justificó que las armas de guerra con las cuales se enfrentó contra la Senad nunca fueron peritadas.
El magistrado interviniente también fundó su cuestionado fallo en que el Ministerio Público nunca pudo comprobar que vehículo dentro del cual se encontró la marihuana pertenezca al procesado.
Según el JEM, esta conducta de Leonjino constituyó una valoración anticipada del caudal probatorio que está reservado para el momento de la deliberación y sentencia en un procedimiento ordinario.
Además, el JEM advirtió que “el magistrado se arrogó funciones de un órgano de alzada al evaluar su propia decisión anterior, que adquirió firmeza por virtud del artículo 127 del Código Procesal Penal, confiriendo valor probatorio a las diligencias investigativas, anticipando un juicio de valor respecto al acusado Felipe Escurra, reexaminando lo que ya había resuelto y estando pendiente de estudio de un recurso de apelación”.
Su captura y liberación
Felipe Escurra Rodríguez, considerado el narcotraficante más poderoso de Capitán Bado y uno de los principales exportadores de marihuana hacia el Brasil, fue capturado el 19 de agosto de 2016 por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), tras un enfrentamiento que se desató luego de que los agentes especiales atropellaran su establecimiento ubicado a 400 metros de la línea internacional que divide Paraguay de Brasil.
El capomafioso fue localizado en su propiedad situada en la colonia Cristino Potrero, a 400 metros de la línea internacional y 10 kilómetros antes del centro de Capitán Bado, ciudad paraguaya fronteriza con el municipio brasileño de Coronel Sapucaia, en el departamento de Amambay.
Tres guardaespaldas y hasta el propio jefe narco se enfrentaron contra la comitiva con armas de guerra, hasta que fueron rendidos.
Sin embargo, en entonces juez Leonjino Benítez Caballero, silenciosamente, otorgó la libertad a Barón Escurra el 2 de setiembre de 2017.
Como si se tratara de una personalidad importante para su comunidad, Barón Escurra fue escoltado durante los últimos kilómetros de su viaje de regreso a Capitán Bado por el propio jefe del destacamento militar de dicha ciudad y por otros tres subalternos de este.
Los efectivos castrenses utilizaron dos vehículos estatales para asegurarse de hacer llegar sano y salvo al narco hasta su casa donde había sido arrestado un año antes.
Curiosamente, el convoy fue retenido en una barrera policial y el mayor del Ejército Roberto Díaz explicó a los policías que estaban escoltando al peligroso narco ya que el mismo tenía supuestamente una amenaza de muerte.
Barón Escurra supuestamente mantiene firme su promesa de matar al periodista de ABC Color Cándido Figueredo Ruiz. Una fuerza policial de Brasil había interceptado en el año 2011 una comunicación telefónica entre Escurra y un presidiario brasileño, en la cual el primero anunciaba y pedía asesoramiento para ejecutar su plan de ataque contra el corresponsal de ABC Color. en Amambay
Tras su liberación, Barón Escurra se mantiene oficialmente prófugo, aunque todos saben que en realidad anda tranquilamente y sin ser molestado por Capitán Bado.
ileguizamon@abc.com.py