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“Salimos a pasear y a tomar algo por ahí. Ellas son solo mis amigas. A eso de las 20:00”, manifestó Cuenca Garcete a los medios de prensa desde su lugar de reclusión.
“Compramos bebidas, hielo y fuimos a Coronel Oviedo; Cristina siempre a mi lado y Sady sentada en el asiento trasero. Ella siempre quería manejar, pero me negué porque era peligroso. Al volver le di el volante para que maneje y yo pasé al asiento trasero. Llegamos a las 23:30 a Capiibary y yo estaba durmiendo”, relató.
“Le dejamos a Cristina en su casa y yo me senté a su lado, a eso de la 01:00. Ella me dijo que quería tomar más y compramos mas bebidas. Ella, manejando, me dijo que se quería ir a Yrybucuá, porque una amiga suya estaba de cumple. Fuimos hasta allí, pero cuando llegamos a cerca de las 03:00 su casa estaba cerrada”, prosiguió Cuenca. Manifestó también que luego se dirigió a la comisaría de la localidad y habló con los agentes.
“Les invite a tomar y me dijeron que estaban de guardia y no podían. Salimos a tomar de nuevo y recorrer, hasta que termino la bebida. Entonces le pedí el vehículo para manejar. Fuimos de vuelta a la comisaría para preguntar si no conocían algún sitio donde nos pudieran vender mas bebidas, pero ya estaba todo cerrado también y hacia frío”, continuó
La caída del vehículo
Juan Miguel Cuenca declaró a la prensa que en un momento dado, Sady Medina se sentó en la ventanilla de su automóvil y puso su brazo sobre el techo. Me dijo se mueve alguien adentro y no nos quieren abrir nomás y ahí le dije entra vamos nomás, “Retorcí unos 30 metros en la cuadra de la comisaría maniobre bruscamente y ya no la encontré. Pensé que se cayó en el piso del automóvil, pero no le encontré. Me asusté, bajé del vehículo y le busqué y al no encontrarla vi que el auto estaba en una cuneta. Abrí y le vi a ella abajo del auto. Me subí, salí de ahí y volví a revisarla, pero ya estaba muerta”, afirmó.
El sindicado afirmó que tras el susto abordó su rodado y escapó. Pero aclaró que si aún presentaba signos de vida no dudaría en auxiliarla porque era su amiga.
“Siempre fue mi amiga, nunca fue mi novia ni nada; no peleamos ni nada”, declaró.
“Le dejé donde estaba, no le tiré ni nada, el mismo lugar donde murió le dejé. Salí, fui en una propiedad nuestra, dejé el auto y fui a otro lado. Conté toda la verdad, no hay testigo ni nada, pero siempre conté toda la verdad, me hago responsable de lo ocurrido y es accidente y por eso me puse a disposición de la justicia”.
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