Extinción de caso coima de fiscal, tras maniobra

Todo un operativo encubierto en el que se logró filmar al suspendido fiscal de Encarnación Christian Garelik Um recibiendo dinero producto de una coima entregado a su asistente y en el Palacio de Justicia se fue al tacho porque a través de una maniobra un juez declaró la extinción de la acción penal de forma totalmente irregular y otorgó el sobreseimiento definitivo a pedido de la defensa. A esto se sumó la connivencia del Ministerio Público, que no apeló el fallo y echó por tierra todo el trabajo de lucha anticorrupción.

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La extinción a favor de Garelik data del 29 de marzo de este año; es decir, hace siete meses, pero recién salió a la luz ahora. Se manejó con un total hermetismo y solo tras publicaciones la Corte Suprema de Justicia dispuso que la causa sea auditada.

El juez penal de garantías de Encarnación Máximo Martín Ortega fue el que declaró la extinción del proceso y otorgó el sobreseimiento definitivo a Christian David Garelik Um.

Ese fallo de forma muy llamativa no fue apelado por los fiscales interinos de la causa, Martín Cabrera (de la Unidad de Delitos Económicos y Anticorrupción) y la fiscala de Encarnación, María del Carmen Palazón.

Antes de concretar la maniobra, Garelik había recusado a los fiscales que llevaron adelante la causa, Luis Piñánez (quien hizo el procedimiento) y Raquel Bordón, coadyuvante en Encarnación. Ambos agentes habían acusado a su suspendido colega por cohecho pasivo y pidieron que la causa sea elevada a juicio oral y público.

Este caso data del 28 de julio de 2014, cuando una asistente fiscal, Ruth Mariela Arce, fue detenida en la vía pública con una coima de G. 5.000.000 que se solicitó a la abogada denunciante Silvia Salinas. El dinero se pidió para dos constituciones en casos de invasión de inmueble.

La asistente fiscal, una vez detenida, advirtió que la plata no era para ella sino para el fiscal Garelik. Tras esto, Arce colaboró, filmó y entregó el dinero a su jefe, todo en el mismo día. El operativo terminó con la aprehensión de Garelik cuando salía del Palacio de Justicia de Encarnación.

Desde el inicio

La causa contra Garelik fue de por sí bastante controvertida. El agente, pese a caer en flagrancia con el dinero y ser filmado con cámara oculta, fue suspendido por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados mucho tiempo después.

Durante el proceso, la defensa se opuso todas las veces que se pretendía desgrabar los audios y videos de las cámaras ocultas, y también recusó a cuantos fiscales interinos eran nombrados para que no se realice la audiencia preliminar, hasta llegar a la designación de Cabrera y Palazón.

Donde todo empezó

En la audiencia preliminar llevada a cabo el 9 de febrero del año pasado solo asistió la fiscala María del Carmen Palazón. Esta, primeramente, se ratificó en la acusación penal, pero luego de que la defensa de Garelik solicitara sobreseimiento definitivo, rectificó su postura y pidió un sobreseimiento provisional.

Más de un mes después, el 22 de marzo, el juez Ortega otorgó el provisional, que fue apelado por Garelik. El expediente subió a la Cámara de Apelaciones de Encarnación, integrada por Mara Ladán, Elsa Kettermann y Sandra Palacios, pero sospechosamente en esa instancia se tardó un año en confirmar el provisional. Tras esta circunstancia irregular, la defensa planteó la extinción de la acción penal alegando que el Ministerio Público no pidió en ese año la reapertura del caso. De hecho no lo podía hacer porque la resolución no estaba firme.

El juez Ortega otorgó el pedido sin descontar el tiempo que la causa estuvo en el Tribunal de Apelación, de forma totalmente irregular.

“No me vayas a hablar” y “la mitad”

La cámara oculta realizada al suspendido fiscal de Encarnación Christian Garelik Um reveló contundentes conversaciones de este y su asistente fiscal Ruth Mariela Arce, que ya no podrán ser analizadas en un juicio oral y público porque la causa se extinguió tras una maniobra procesal.

Los audios y videos del procedimiento encubierto a los que tuvimos acceso detallan cómo la asistente fiscal no quería quedar pegada “sola” al proceso y accedió a hablar por teléfono, filmar con una cámara oculta en unos anteojos y finalmente entregar la parte de la coima a Garelik.

Para esto último, el agente la citó en el mismo Palacio de Justicia y en medio de una audiencia salió en el pasillo y le dio un bolso para que en el sanitario Arce deposite la mitad de la coima, unos G. 2.500.000. La asistente fue filmada por el fiscal Luis Piñánez y su equipo. Primero llamó a Garelik para decirle que tenía el dinero. Este, por teléfono, resultó muy cortante. Le refirió “mañana nomás”.

Ante una segunda comunicación telefónica, la asistente indicó que no quería tener “tanta plata” (G. 5 millones) y alegó que su mamá estaba enferma, y debía retirarse. De esta forma, logró que Garelik la cite en el Palacio de Justicia, donde se encontraba en una audiencia.

La asistente fiscal, con una camarita incorporada a unos anteojos, filmó desde su ingreso a la sede y una vez que se encontró con su jefe, este le dijo: “No me vayas a hablar por teléfono” “¿Cómo pio me vas a decir por teléfono lo que me dijiste”, “tranquilizate na”, “tomá (le pasó un bolso de mano), andate al baño y meté acá”. Por último, le dijo “la mitad” haciendo alusión a que se repartía entre dos el dinero. Tras poner la plata en el bolso de mano, la asistente entregó su pertenencia al fiscal, y este finalmente le preguntó por la salud de su mamá, y luego se despidió.

Denunciante ya no cree en la justicia

La abogada Silvia Salinas, denunciante de la coima en este caso, reconoció que analizó la posibilidad de denunciar por mal desempeño de funciones ante el Jurado de Enjuiciamiento al juez Máximo Martín Ortega, y a los fiscales Martín Cabrera y María Raquel Palazón, pero ahora sencillamente dice que ya no cree en la Justicia.

La mujer no puede creer que con la flagrancia y los videos contundentes todo quede impune. Lamentó la circunstancia de que en un futuro el agente al que denunció vuelva a la Fiscalía de Encarnación, debido a que está suspendido y no removido del cargo.

La letrada no solo había denunciado el pedido de dinero irregular, sino también participó de la cámara oculta en la que cayó, primeramente, la asistente fiscal Ruth Mariela Arce y, luego, el fiscal Christian Garelik Um.

griselda@abc.com.py

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