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El asalto tipo comando se inició cerca a las 00:30, cuando unos 30 hombres, todos encapuchados y fuertemente armados, llegaron a la sede de la empresa transportadora de caudales “Prosegur” en varias camionetas y en un camión con furgón refrigerado, en el cual también traían una especie de arco de madera y metal, al cual estaban adheridas varias bombas con las cuales hicieron el primer boquete a la estructura.
Simultáneamente, otro equipo conformado por unos 20 delincuentes, literalmente, tomó la capital del Alto Paraná y mantuvo en vilo a la rebasada Policía Nacional. Para ello, aislaron la zona colocando barricadas con francotiradores equipados con metrallas calibre .50 y vehículos blindados. En vano fueron los intentos de los uniformados de llegar hasta el lugar porque eran repelidos a balazos y para empeorar la situación nuestros agentes no contaban con los armamentos adecuados y la suficiente cantidad de municiones para hacer frente a los malvivientes.
Luego de varias especulaciones sobre el monto robado, que primero se dijo fue de 40 millones de dólares, finalmente la empresa de seguridad informó que el botín consistió en 11.720.255 dólares, lo que pasa a ser el mayor en la historia del país, superando por poco al caudal sustraído también de Prosegur en el año 2000, en el aeropuerto Silvio Pettirossi de Luque.
Finalmente, los asaltantes emprendieron la huida por Hernandarias y pasaron en lanchas hacia el Brasil, a través del río Paraná.
Inoperancia policial
La inoperancia de la Policía Nacional ante una situación como esta quedó al descubierto, debido a que su poca capacidad de reacción fue superada por la estructura del PCC, quienes salieron con facilidad de Ciudad del Este y pasaron al lado brasileño sin mayores complicaciones.
No obstante, los organismos de seguridad del vecino país demostraron mayor efectividad, ya que cinco de los asaltantes que cruzaron hacia su territorios terminaron abatidos y 14 sospechosos fueron capturados. Durante los operativos se recuperaron alrededor de un millón de dólares, que sería parte del botín robado.
El 16 de junio, en la ciudad argentina de Ituzaingó, se logró la captura de Néstor Ariel Palma, un ciudadano argentino que tenía además cédula de identidad paraguaya y sindicado como el “cerebro” del multimillonario golpe.