Deben ser quemadas las planillas pro enmienda

Verborrágicos dirigentes y parlamentarios del gobernante Partido Colorado armaron un gran barullo para presentar 137 biblioratos con planillas que contenían nombres, números de cédulas de identidad, direcciones y firmas de más de 300.000 personas que supuestamente con entusiasmo y espontaneidad estamparon sus rúbricas en los papeles para solicitar una enmienda constitucional que permita perpetuar en su cargo al presidente Horacio Cartes.

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Para dar color y realce al alboroto, sus organizadores utilizaron el local central del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), hasta fueron obligados a ir funcionarios públicos, asalariados gubernistas y proveedores estatales, quienes oficiaron de hurreros del cartismo.

Además de la participación del mismo vicepresidente de la República, Juan Afara, y ministros de la Justicia Electoral, al tumulto se sumaron caballos, jinetes y payasos que convirtieron en un gran circo el arbolado patio de la sacrosanta sede del TSJE.

Y así, el titular de la ANR, senadores, diputados, jerarcas del gobierno, profesionales de la zalamería y voceros de la farsa hablaron del fervor y franqueza popular de más de trescientas mil almas deseosas de conseguir una enmienda.

No pasaron 24 horas de aquel espectáculo oficial para que aparecieran las primeras denuncias de la existencia de firmas de muertos bien identificados en las planillas presentadas por las autoridades.

A medida que transcurrían los días, en las planillas pro enmienda se multiplicaban los hallazgos de autógrafos falsos de fallecidos y personas vivas conocidas, quienes, al tiempo de repudiar el proyecto que busca eternizar en el cargo a Achecé, negaban haber firmado lo presentado y promocionado por las autoridades de la ANR.

Tras ser advertidos de que los hechos descubiertos y denunciados formarían parte de un concierto delictivo que puede ser atribuido a una integrantes de una asociación criminal, los promotores de la presentación reconocieron públicamente la existencia de las falsificaciones y culparon de ello a “infiltrados”.

Pesquisas oficiales posteriores realizadas por el fiscal Fabián Centurión revelaron que las adulteraciones de firmas de muertos aparecían acompañadas de sellos actuales de famosos líderes de la ANR.

Según conclusiones de esas investigaciones, el proyecto pro enmienda obró un verdadero milagro porque resucitó a miles de muertos que supuestamente formaron fila y esperaron su turno para firmar en los despachos de dirigentes del Partido Colorado, cuyos timbres oficiales aparecían al lado de autógrafos de los difuntos.

A pesar de esas irrefutables evidencias, ninguno de los autores y promotores de esta barbaridad está imputado o preso y, todos ellos, además de no demostrar arrepentimiento alguno, se dan el lujo de tratar de idiota a la ciudadanía afirmando que las falsificaciones fueron hechas por “opositores”.

En complicidad con otros impostores, ahora anuncian la próxima inmediata presentación oficial de los papeles fraguados al actual presidente del Congreso, a quien amenazan con destituir si es que se niega a recibir lo falsificado.

El titular del Congreso, Roberto Acevedo, no debe amilanarse y el día que reciba ese pedido de marras tendría que quemar o tirar al basurero, pues la solicitud es ilegal y con ella se pretende violar la Constitución.

eruizdiaz@abc.com.py

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