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Todo empezó el 29 de marzo del 2006, con la violenta muerte del futbolista Brígido Gabriel Peralta Sosa, de 21 años, ultimado de cinco tiros de los seis que se dispararon en el interior del edificio Santa Ángela, ubicado en Defensores del Chaco Nº 177, Zona Sur, Fernando de la Mora.
La Policía fue informada del crimen por la propia autora de los disparos, la entonces estudiante de obstetricia Zully Lorena Samudio Agüero, quien llamó al 911, ocasión en que denunció un “asalto”. Según su versión, al ingresar al departamento, fue atacada por detrás por un desconocido posteriormente identificado como Brígido Peralta Sosa, quien, arma en mano, empezó a manosearla en sus partes íntimas.
El arma, semiautomática, era propiedad del padre del joven fallecido, un comisario retirado.
Siempre de acuerdo a la versión de la acusada, se inició un forcejeo con el sujeto, durante el cual el arma se disparó. Posteriormente, el desconocido salió del departamento, situación aprovechada por la mujer para llavear la puerta y llamar al 911, amigos y familiares.
Esta versión no convenció al fiscal Federico Espinoza, quien no solamente imputó a la mujer, sino también exigió su prisión y luego la acusó en un juicio oral y público. Si bien no quedó demostrada la existencia de un nexo entre víctima y victimario, para el representante del Ministerio Público, la presencia simultánea de ambos en el Hospital Materno-Infantil de Capiatá fortalece la presunción de que ambos se conocían.
Un informe proveído por la Universidad Nacional de Asunción revela que Zully Samudio frecuentaba los lunes y martes el hospital Materno-Infantil de Capiatá, para realizar sus prácticas de pasantía como estudiante de la carrera de Obstetricia. Otro informe revela que Brígido Gabriel Peralta dictaba en el mismo nosocomio una charla los domingos y lunes, como parte de reglas de conducta que le impuso el juzgado en un proceso por un hecho de robo agravado.
Samudio estuvo presa 1 año y 2 meses, y recuperó su libertad mediante un hábeas corpus.
El caso, paso a paso
El 18 de mayo del 2007, el Tribunal de sentencia integrado por Alba González (presidenta), Luz Marlene Ruiz Díaz y Arnaldo Fleitas, con el voto en disidencia de este último, eximió de pena a la joven por “exceso y confusión”, pese a hallarla penalmente responsable del homicidio.
El 8 de noviembre del año pasado, la Cámara anuló el fallo y ordenó la realización de un nuevo juzgamiento, decisión ratificada por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.
El 13 de noviembre 2008, el Tribunal de Sentencia presidido por Andrés Casati e integrado por María Luz Martínez y Sandra Farías concluyó que, si bien en el juicio no se pudo determinar por qué Zully Lorena ultimó a Peralta, el Tribunal descartó por completo la versión de legítima defensa, tras advertir una serie de contradicciones en el relato de la acusada, así como hechos llamativos que se detallan en el cuadro que acompaña este material.
El 22 de setiembre del 2011, los camaristas José Agustín Fernández y Anselmo Aveiro votaron por la ratificación del fallo condenatorio. El tercer miembro de la Cámara, José Waldir Servín, en disidencia, votó por el reenvío de la causa a primera instancia, para un nuevo juzgamiento.
La defensa de Samudio presentó una acción de inconstitucionalidad contra el fallo de la Cámara, que fue rechazada in límine por la Sala Constitucional, el 8 de agosto del 2012.
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