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1. En las patologías mentales, de cualquier índole, hay algo muy importante a ser destacado por las consecuencias psíquicas y sociales y ni hablar de los impactos emocionales familiares.
El elemento a destacar es que la patología siempre habla, siempre grita, siempre anuncia y enuncia un drama personal y vincular.
Por ejemplo, en todos los casos del llamado feminicidio que nos tocó evaluar, el agresor, sea de la patología psíquica que fuere, no mantuvo en ningún momento en silencio su vocación, su anhelo, su intención de un acto de destrucción del otro.
No existe silencio en los trastornos de conducta o comportamiento en salud mental, existe siempre manifestaciones verbales y conductuales.
Y todo eso por una razón: el trastorno psíquico se da en un ser viviente que habla y el ser viviente que habla, lo hace tanto en salud como en enfermedad.
Creemos que esto es fundamental tener en cuenta en el área de psiquiatría y psicología forenses.
2. Existen ejemplos como los trastornos depresivos muy ruidosos, es decir, con muchos síntomas, a los que sin embargo no se les escuchó y no se les dio la debida atención. Los cuadros depresivos graves, se suelen complicar con ideas delirantes. Las ideas delirantes se caracterizan por no estar acordes con la realidad.
Entre las ideas delirantes que pueden aparecer en los cuadros depresivos graves existe una que puede tener resultado catastrófico si no se la detecta y se trata adecuadamente.
Son las llamadas ideas delirantes de ruina. En ellas, el sufriente cree, está absolutamente convencido, de que todo está perdido, que ya no tiene más dinero, que ya nada se puede hacer, que ya le están viniendo a buscar para castigarlo y torturarlo.
Esto lo lleva a creer que va a tener un sufrimiento horrendo que se puede extender a su familia.
Con la finalidad de evitarlo, puede culminar con homicidio y suicidio. A pesar de la gravedad del cuadro, suele tener buena respuesta al tratamiento.
3. También podemos citar numerosos ejemplos, pero sin tener que entrar mucho en la psicopatología en un artículo como este, hemos sido testigos de casos de “feminicidio” en los cuales el autor del hecho lo anunció antes, y muchas veces mucho tiempo antes.
Para nosotros, los sistemas de salud y judicial activamente se taparon los oídos.
El 26 de abril de 2004, Andrés Gaona Benítez asesinó a su expareja en el shopping Villa Morra.
En una historia clínica de dos años antes, él ya manifestó que si no regresaba con él, la iba a matar y se suicidaría.
Otro ejemplo. El 11 de agosto de 2011 ABC publicó:
Bettina Legal Balmaceda, representante legal de la familia de Michaela Macchi Doljak, asesinada ayer miércoles por su expareja Walter David Florentín, lamentó que su cliente no haya sido protegida por la justicia y otros órganos del Estado, ya que presentó la denuncia contra su expareja en dos oportunidades según informó el portal judiciales.com.py. El 27 de mayo pasado fue presentada la última denuncia luego de que Florentín haya trepado la muralla y logrado ingresar a la casa de su exnovia de manera clandestina. En esa ocasión, amenazó con matar a todos los miembros de la familia Macchi con su arma de fuego. Sin embargo, la fiscala Carolina Bernal solo imputó a Florentín por coacción grave y fue beneficiado con medidas alternativas a la prisión. La defensa de Macchi Doljak lamentó que la justicia no haya respondido adecuadamente a la denuncia.
En estos casos, los autores tenían problemas mentales, y a pesar del ruido, no se les oyó.
4. La depresión o el estado depresivo siempre anuncia en sus reclamos y quejas su estado desvalorización de inutilidad y fracaso. La ausencia de silencio en las patologías psíquicas importa subrayar de modo que puedan ser escuchadas, atendidas y permita a ellas su dirección y tratamiento psicojurídico. Suponer silencio en las patologías psíquicas es reconocer o admitir oídos cerrados del interlocutor que atiende el caso y no solamente médico-psicológica, sino jurídica.
Si las patologías psíquicas no son escuchadas, porque siempre algún ruido hacen, es el diagnóstico mismo, que conduce y orienta, el que queda velado, vale decir, oculto, secreto y disimulado.
Dr. José Vera
* Psiquiatra forense
Lic. Genaro Riera Hunter
* Psicólogo Clínico-Psicoanalista
Dr. Carlos Arestivo
* Psiquiatra forense