Buscan la victoria política a costa de la justicia

El proceso para elegir al nuevo ministro de la Corte Suprema de Justicia está en la última etapa. El camarista Linneo Ynsfrán tiene que enfrentar al Poder Ejecutivo, en un escenario impensado hace cuatro meses, cuando Víctor Núñez anunciaba que dejaba el máximo tribunal.

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En ese momento, el presidente de la República Horacio Cartes y la mayoría de los senadores colorados mantenían una sólida relación que no solamente exigía la salida de Núñez, sino la de otros tres ministros.

Esto fue propicio para que el Consejo de la Magistratura presidido por Enrique Riera, representante del Poder Ejecutivo, llame a concurso el cargo de Núñez.

Constituyó el momento oportuno para que el Consejo presente un esquema de proceso que pretendía diferenciarse de los anteriores, en cuanto iba a estar regido por los méritos de los concursantes basados en indicadores y puntajes.

Sin embargo, el final del año 2014 no fue esperado por el entonces oficialismo colorado que respondía a Cartes.

La feria parlamentaria enfrió la posibilidad de llevar a juicio político a otros tres ministros y solo quedó el proceso de concurso para el cargo que Núñez dejó vacante.

En marzo se conformó una terna que no fue cuestionada en cuanto a nombres pero que dejó dudas sobre el tema del cuoteo partidario porque todos los integrantes eran colorados.

Esta situación coincidió con un cisma político que enfrenta a la mayoría de los senadores colorados con el presidente Cartes, producto de una fuerte interna partidaria que se inició en febrero.

El bloque de senadores disidentes a Cartes tomó la iniciativa y con la aceptación de los opositores eligió a Linneo Ynsfrán como candidato.

Ahora Cartes tiene la posibilidad de vetar esta decisión, pero se encuentra en la disyuntiva de rechazar una resolución mayoritaria.

Además de vetar irá contra un proceso que fue ampliamente respaldado por su representante en el Consejo, Enrique Riera, quien aseguró que los ternados reúnen las condiciones para ser ministro de la Corte.

De vetar el nombramiento de Ynsfrán, Cartes se enfrentará a la mayoría del Senado y desacreditará el trabajo del Consejo.

Para colmo, mientras el Consejo considera que si hay veto, la elección se debe realizar entre los miembros de la terna que quedan, el Senado asegura que todo vuelve a fojas cero. O sea, hay que hacer todo de nuevo.

Este es el escenario que presenta el proceso de selección que prometió ser trasparente como primer paso de una reforma judicial, pero que en realidad termina siendo una guerra de poderes entre contendores que solo buscan la victoria política a costa de la justicia.

ocaceres@abc.com.py

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