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El primer escándalo de documentos falsificados que desprestigió a las autoridades nacionales fue la prisión del narcotraficante Claudair Lopes de Farías, en el año 2003. El considerado brazo derecho del jefe del Comando Vermelho Luiz Fernando da Costa, Fernandinho Beiramar, vivía en una casa de campo en la ciudad de Ypacaraí, bajo la identidad paraguaya falsa de Ivaldo de Oliveira. Claudair fue expulsado, varios involucrados en el esquema de los documentos falsos fueron destituidos y hasta condenados, pero la pesadilla no terminó ahí.
Dr. Horror en Asunción
El 19 de agosto del 2014, agentes policiales detuvieron en nuestra capital al ginecólogo brasileño Roger Abdelmassih, condenado en el Brasil a 278 años de cárcel por haber violado a cerca de medio centenar de pacientes de su clínica pionera de fertilización asistida, donde sedaba a sus víctimas para abusar de ellas. El fugitivo vivía en una residencia ubicada en Guido Spano N° 1976 casi Capitán Trifón Vera, barrio San Cristóbal, a una cuadra de la avenida Mariscal López.
Abdelmassih, conocido en el vecino país como el Dr. Horror, vivió en el Paraguay durante tres años, pese a que ya en 2011 Interpol Brasil había solicitado su captura en todo el mundo. Ese mismo año, y también en 2013, la oficina local de Interpol pidió a la Dirección General de Migraciones (DGM) el registro del movimiento migratorio para saber si el prófugo se hallaba entre nosotros, pero la respuesta fue negativa.
En Paraguay, el Dr. Horror llevaba una vida e incluso acudió a algunos eventos sociales donde se presentaba como “Ricardo Galeano” –nombre que coincide con la cédula que le expidieron en el 2009– y decía ser un inversionista interesado en proyectos de desarrollo social. Al igual que el narco que lo antecedió, fue inmediatamente expulsado.
Pérez Corradi, en el Paraná Country Club
En junio del 2016, el argentino Ibar Pérez Corradi, entonces el criminal más buscado de la Argentina y uno de los diez principales objetivos de la Interpol en América Latina, fue preso com una cédula de identidad y un pasaporte paraguayos originales, a nombre de un joven fallecido en el 2002.
A diferencia de los brasileños que se retiraron del país tan silenciosamente como ingresaron, Pérez no se guardó nada. Antes de ser extraditado a la Argentina, su pareja María Gladys reveló a la prensa que el argentino pagaba por protección a policías de Interpol y Antimafia y dejó al descubierto el costo de la vida tranquila en el exclusivo condominio Paraná Country Club.
“Ellos (los agentes policiales, le) ofrecieron el documento a él (Pérez). La gente de la Interpol. Por 20.000 dólares, la cédula; y el pasaporte ya fue un regalo”, comentó, al revelar que acudieron personalmente al Departamento de Identificaciones de Alto Paraná para retirar el pasaporte.
Marcelo “Piloto”
Otro escándalo, nuevos despedidos y dos policiales condenados. Pérez Corradi también fue enviado de regreso a su país, pero en diciembre del 2017, el mafioso brasileño Marcelo Pinheiro, alias Marcelo Piloto, fue capturado en la zona de Itapúa, con cédula de identidad paraguaya falsa.
Expulsado a las apuradas tras perpetrar el bárbaro crimen de una joven en la Agrupación Especializada (en el 2018), Marcelo Piloto aparentemente había “cerrado” el último escándalo de esta naturaleza.
Pero ahora apareció el crack Ronaldinho Gaúcho y su hermano para recordarnos la permeabilidad del sistema y la plena vigencia de los tentáculos de la rosca enquistada en nuestras instituciones y así, escribir un nuevo capítulo de esta historia de documentos paraguayos falsificados.
Uno de los motivos esgrimidos tanto por los representantes del Ministerio Público como por los jueces para mantener a los brasileños en prisión es que la investigación se encuentra en un estado incipiente y que existe la posibilidad de que las averiguaciones realizadas dejen al descubierto otros delitos.
A la fecha, Ronaldo y Roberto están procesados por uso de documentos públicos de contenido falso. Los demás afrontan cargos de producción mediata de documentos públicos de contenido falso, uso de documentos públicos de contenido falso y asociación criminal.
Tanto la testigo Paula Regina Oliveira –quien entregó su celular donde se observa mensajes de texto esclarecedores– como distintos procesados coinciden en señalar a la empresaria Dalia López Troche como la responsable de la gestión y la obtención de la documentación apócrifa. Hasta ahí, todo está muy claro.
Lo que no sabemos aún es quiénes son las personas a las que recurrió Dalia para hacer posible que esos documentos se elaboraran de esa manera y también para tener la precisa respecto a la marcha del oscuro proceso. Y que no pretendan hacernos creer que solo los gestores tienen la culpa de esa chambonada.
Esperemos que la investigación llegue realmente a los responsables del fraude y que la Fiscalía no se conforme tan sólo con presentar a Ronaldinho como el “pato de la boda”.
Lo que declaró Dinho a la fiscalía
En su declaración ante el Ministerio Público, el 5 de marzo pasado, el exjugador Ronaldo de Assis Moreira dio su versión de los hechos en el idioma español, el que dijo conocer, no obstante, solicitó la presencia de una traductora (Andrea Martinessi). Ronaldinho refirió lo siguiente:
“No tengo conocimiento ni participación. Aproximadamente 20 días antes de venir a Asunción hubo una fiesta en mi casa (en Río de Janeiro), específicamente una barbacoa, donde estuvieron varias personas, entre ellas Wilmondes Sousa Lira y Tiago da Silva Tristão y uno de ellos, no recuerdo quién de los dos, me hizo entrega de un pasaporte y una cédula de identidad paraguayos, entonces yo guardé los documentos.
Unos días antes de venir a Paraguay, Wilmondes Sousa Lira le hizo también entrega a mi hermano de un pasaporte y cédula de identidad paraguayos. Posteriormente mi hermano Roberto de Assis, quien también es mi representante, arregló un viaje a Paraguay, por motivos de trabajo, es así que el 4 de marzo de 2020 salimos del Brasil con nuestros documentos brasileños y en horas de la mañana llegamos a Asunción, ya había gente esperándonos entre ellos Wilmondes Sousa Lira y Tiago da Silva Tristão. Cuando salimos del avión y nos llevaron al salón vip, ahí nos preguntan, no recuerdo quién, si trajimos los documentos que nos habían entregado, entonces mi hermano y yo dijimos que sí. Nos pidieron que firmemos los pasaportes y les hicimos entrega, no recuerdo a quién, para que realicen los trámites migratorios porque había mucha gente dentro y fuera del salón vip.
Una vez que concluimos los trámites fuimos a una radio, luego al hotel del Yacht. Después en horas de la tarde fuimos a otro piso del hotel donde había una recepción con música como una bienvenida para nosotros. Luego fuimos nuevamente a la habitación del hotel y ahí nos quedamos.
Luego vinieron a mi suite, que era la presidencial, mi hermano, junto con Lira, Tiago y otros conocidos y algunas personas también que yo no conocía, hasta que en horas de la noche ingresó la comitiva judicial, fiscal y policial a allanar mi suite porque los documentos con los que ingresamos al Paraguay supuestamente eran falsos, lo cual mi hermano y yo desconocíamos.
Luego hicimos entrega voluntaria de los mismos que eran dos pasaportes y dos cédulas de identidad a mi nombre y a nombre de mi hermano. Posteriormente la Fiscalía trajo detenido a Wilmondes Sousa Lira y mi hermano y yo quedamos en el hotel hasta el día de hoy que fuimos trasladados a la Fiscalía para declarar”.