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El 23 de abril de 2018 el Ministerio Público puso en marcha el operativo denominado “North” consistente en la intercepción, el registro, la grabación y reproducción de conversaciones telefónicas, para lograr identificar a los integrantes de una organización criminal que estaba dirigida por el brasileño Levi Adriani Felicio (52 años), quien manejaba los hilos desde un lujoso departamento del barrio Villa Morra de la capital.
Cada miembro de la banda tenía asignadas distintas tareas, como siembra, cultivo, cosecha, acopio, procesamiento, prensado, embalado y comercialización de marihuana. Todos ellos trabajaban bajo órdenes del paraguayo Marcio Gayoso (27), brazo derecho de Levi, quien transmitía las directrices en Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay.
En todo el tiempo que duró la pesquisa por parte del Ministerio Público, los investigadores identificaron a varios efectivos policiales que colaboraban con la organización narco ya sea facilitando información privilegiada sobre operativos que se llevarían a cabo o bien, cubriendo a los criminales y liberando a sus asociados.
Así el 28 de octubre pasado se ejecutaron 18 de las 21 órdenes de captura que se libraron.
Así cayeron detenidos: los comisarios principales Nilson César Salinas (49 años), Comisario Principal Germán Alberto Arévalo Villalba (49); los comisarios René Alberto Aquino Girett (45), Rutiliano Ramón Benítez Ramírez (47), Víctor Franco Fariña (46) y Víctor Hugo Orué (37).
También los subcomisarios Miguel Ángel Medina Servín (30), Abelardo Ramón Acosta Cabral (43) y su hermano Arnaldo Rafael Acosta Cabral (41) y Emigdio Martínez Machado (41).
Además de los oficiales inspectores Hugo Javier Villalba (37), Derlis Caballero Almirón (32), Fidelino Gustavo Servín Duarte (37).
Igualmente los oficiales primeros Denis Mancuello Caballero Vera (32) y Carlos Ramón Valdéz (30); así como los suboficiales inspectores Marcial Florentín Ramírez (38), Eligio Ramón Cabañas Olmedo (34) y el suboficial Luis Carlos Capdevila Quevedo (32); el suboficial inspector Julio César Centurión Agüero (44) se puso a disposición de la justicia el pasado miércoles.
Por su parte el comisario principal Edelio Celso Loreiro Báez (46), quien aparece nuevamente en este caso, ya había sido detenido en septiembre en el Operativo Dignidad.
Por el momento continúa prófugo de la justicia el suboficial mayor Gustavo Andrés Ortiz.
Imputaciones
Por los hechos de asociación criminal (Art. 239 del Código Penal), cohecho pasivo agravado (Art. 301 del CP) y tráfico de drogas (Art. 40 de la Ley 1.340/88) fueron imputados: Capdevila Quevedo, Loreiro Báez, Caballero Vera, Cabañas Olmedo, Abelardo Acosta, Orué y Ortiz.
Por los hechos de asociación criminal (Art. 239) y frustración de la persecución penal (Art. 292) está imputado Arévalos Villalba.
En tanto que por asociación criminal y cohecho pasivo agravado están procesados: Salinas Saldívar, Benítez Ramírez, Franco Fariña, Caballero Almirón, Servín Duarte y Centurión Agüero.
Por los hechos de asociación criminal y cohecho pasivo están encausados: Florentín Ramírez, Valdez y Frutos Villalba.
Y por asociación criminal, Medina Servín, Aquino Girett y Martínez Machado.
El juez Penal de Garantías Miguel Ángel Palacios ordenó que los policías cumplan la medida de prisión preventiva en la Agrupación Especializada, por un plazo de 20 días y luego pasen a la Penitenciaría de Tacumbú.
El Ministerio de Justicia presentan hoy una oposición ante la Corte Suprema de Justicia contra la resolución judicial.
También la fiscalía se opone a que los policías queden recluidos en una cárcel.
Capdevila - Gayoso (21-06-2018)
Marcio pregunta “ha la ñande duokuéra?”, Capdevila contesta que ellos fueron allá, pero por un rato nomás ya [...] porque tienen que prepararse para viaje.
Llamadas, avisos y reclamos
Las comunicaciones telefónicas entre Marcio Gayoso, alias Candonga, y los uniformados eran frecuentes, según el acta de imputación.
En el caso del suboficial primero Luis Capdevila, quien primero fue custodio del fiscal Hugo Volpe y luego, del fiscal Armando Cantero, valiéndose de su cercanía con los investigadores habría proporcionado a Gayoso información privilegiada relacionada a incursiones a realizarse.
Por su parte, el comisario principal Edelio Loreiro, en el tiempo que estaba como jefe de la comisaría 1ª de Pedro Juan Caballero, según la fiscalía se comunicó vía telefónica 11 veces con Gayoso, quien le solicitó protección y su intermediación para la liberación de cargas y personales. Por estos “favores” recibía pagos mensuales en dinero.
El oficial primero Denis Caballero, al asumir el cargo de jefe en la oficina de Crimen Organizado de Pedro Juan, se presentó y puso a disposición de Gayoso. Además por petición de Candonga, retuvo a policías civiles de Brasil que ingresaron a Paraguay.
El comisario principal Nilson Salinas estuvo como jefe de la comisaría 3ª y a través de Centurión logró contactar con Gayoso, quien le solicitó la liberación de un socio.
El jefe de investigaciones de Pedro Juan, el comisario principal Germán Arévalos, mantuvo comunicaciones con Gayoso, entre octubre y noviembre de 2018. Aunque en un momento alertó a Candonga sobre una investigación de sicariato y por eso no quería tener “trato kure” con su organización, pero que si le entregaban a los autores, les desvincularía de la pesquisa.
En cuanto al comisario Rutilio Ramírez, este mantuvo comunicaciones con Gayoso, mientras era jefe de Antinarcóticos en Pedro Juan. Había advertido a Marcio de una celada policial.
Mientras era jefe del Grupo Especial de Operaciones (GEO), el comisario Víctor Franco cobró mensualmente un cierto monto de dinero por los servicios prestados a la organización. Igualmente, el suboficial inspector Marcial Florentín recibió dinero cada mes de parte de Gayoso, cuando era agente del GEO en Pedro Juan.
El suboficial inspector Eligio Cabañas, siendo personal del Puesto Policial de Cascada (Puesto Antena), le dio a entender a Gayoso que sabía la ubicación de sus cultivos, pero que nadie entraría porque él era “amigo”.
Los hermanos Abelardo y Arnaldo Acosta, quienes prestaron servicios en Interpol de Pedro Juan, recibieron dinero mensual de parte de Candonga. El primero, le solicitó a Marcio habitaciones del hotel Pora Palace, propiedad de Levi, para que agentes de visita se hospeden ahí; el segundo negoció la liberación de un tal “Joelson”, amigo de Levi.
Durante sus servicios en comisarías de Pedro Juan, el subcomisario Miguel Medina intercedió en la liberación de socios de Candonga y le daba información, por lo que recibía un pago mensual. Misma colaboración hacía el oficial inspector Derlis Caballero, durante su jefatura en el departamento de la Policía Urbana y Turística local.
Otro colaborador con la red de Levi, dirigida por Gayoso, fue el oficial primero Carlos Valdez, quien coordinaba la entrega de dinero de parte de Candonga al jefe policial de la zona, al tiempo de solicitar plata “para el combustible”.
Durante su tiempo como jefe de Puesto de Control “Yvypé”, el oficial inspector Hugo Frutos llamó a Gayoso desde el celular de Rafael Flor, alias Tuca, haciéndole un reclamo porque no se acordó de él para el pago del mes.
Al tiempo de ser jefe de la comisaría 8ª de Pedro Juan, el comisario René Aquino también facilitó información delicada sobre procedimientos de la Policía, favor que hacía ante el pedido del capo Levi.
Por su parte, quien se desempeñaba como subjefe de Automotores en Pedro Juan, el oficial inspector Fidelino Servín, liberó un vehículo guiado por un amigo de Candonga, a cambio de una promesa de pago, en concepto de coima.
El comisario Víctor Orué mientras cumplía funciones como jefe en el Puesto de Control de Cascada, se comunicó con Gayoso para avisarle que estaba en su cultivo y para evitar una incursión, arribaron a un acuerdo económico. Similar movimiento realizó el suboficial mayor Gustavo Ortiz, quien siendo personal de la Dirección de Inteligencia Policial de Pedro Juan, llamó a Gayoso para avisarle que estaban en su plantación y reclamarle la mensualidad.
Otro agente que actuó de nexo entre el director de Policía de turno en Amambay y la organización de Levi, fue el subcomisario Emigdio Machado, quien le transmitía los pedidos del capo narco a las autoridades para realizar el traslado de agentes “aliados” de la red a sedes cercanas a las zonas de cultivos y operaciones.
En una oportunidad, Candonga le había encargado al suboficial inspector Julio Centurión, jefe de la comisaría de Chirigüelo en ese entonces, la labor de alertarle cuando gente de la Senad esté por la zona.
Arévalos - Gayoso (20-10-2018)
Marcio le pregunta a Arévalos qué está pasando, qué hicieron de malo ellos. Arévalos le dice que es por el tema del sicariato, que se les avisó [...] Marcio le dice que ahora mismo va a hablar con el Señor (Levi) y le va a comentar todo esto. Arévalos dice que no sabía que era “escritorio” de ellos [...]
Alto riesgo
El juez Miguel Palacios ordenó la prisión de los agentes en Tacumbú por el peligro de fuga. Ante esta situación, el fiscal Hugo Volpe señaló que por el trabajo que hacían los mismos, es muy peligroso que estos policías vayan a una cárcel común.
Pagos a la Senad
Por las notas halladas en la libreta del capo Levi Adriani Felicio, se constató que agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) recibían dinero mensual. La fiscalía tiene la lista de agentes que prestaron servicios allá mientras se investigaba.
Loreiro y otros 20
El comisario principal Edelio Loreiro cayó en setiembre pasado en el operativo Dignidad, por colaborar con la banda del narco Ramón Aguayo. Pero en “North” aparece otra vez como colaborador del capo Levi. Está implicado junto con otros 20 uniformados.
Faltan 19 individuos
El fiscal Carlos Alcaraz dijo que dentro del esquema habría un total de 40 personas, de las cuales 20 ya están apresadas, una sigue prófuga, pero todavía quedan 19 agentes más por individualizar y que podría tratarse de efectivos de la Senad.