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Cazadora
Chasseur (salsa cazadora) es una salsa oscura típica de la cocina francesa que contiene entre sus ingredientes champiñones cortados en láminas y salteados junto con unas rodajas de cebolla. El nombre proviene de su empleo para acompañar carnes de caza. Se suele emplear como espesante con un poco de harina, luego se agrega vino tinto, caldo de carne y hierbas aromáticas (estragón, tomillo y perejil). A veces se suelen añadir higadillos de pollo, o trozos de carne o panceta. Se usaba, en principio, para piezas de caza, como venado, perdices o conejo; luego, su uso se extendió a las carnes de corral, como el pollo o pavo. Esta salsa deriva de la española, se cocinaba la caza por un lado, se cogía un poco del caldo de asado y se añadía a la salsa. Cuando los cazadores regresaban de cazar, recogían algunos hongos por el camino que, junto con el vino, cebolla y ajos, les servía para crear esta salsa. Se recomienda para carnes potentes y alegrar carnes comunes. Le da más sabor a un simple bife de carne y, además, esta salsa por sí sola ya cuenta como guarnición.
La receta: dorar en una cazuela con un chorrito de aceite un diente de ajo pelado entero. Picar 1 cebolla en fina juliana, laminar 6 champiñones e introducirlos en la cazuela. Sazonar y dejar cocinar. Agregar unas ramitas de tomillo, ½ copa de brandy y flambear. Añadir 1 cda. de harina y rehogar. Vertee, ½ vaso de vino tinto, ½ vaso de agua, 1 vaso de caldo de ave, 3 cdas. de extracto de tomate y dejar hervir durante 45 min. Quitar la espuma, pasar la salsa por un colador y reducirla a fuego suave.
César
Es una de las salsas frías más populares del mundo y que, típicamente, acompaña la ensalada que recibe el mismo nombre. Sin embargo, se puede utilizar para infinidad de cosas, como papas fritas, milanesas, carnes a la plancha, aves y pescados. La salsa César es muy fácil de hacer, lleva muy pocos ingredientes y, como la mayonesa casera, se puede conservar en la heladera hasta por tres días. Aunque hay versiones para todos los gustos, no pueden faltar la mostaza antigua, las anchoas, el queso parmesano y, por supuesto, un poquito de salsa inglesa. De esta forma se obtiene una salsa de sabor potente, que no necesita otro condimento.
La receta: en un vaso batidor ponemos 1 huevo y 150 ml de aceite. Después, llevamos una batidora manual hasta el fondo del vaso. Comenzamos a batir sin moverla del fondo. Seguimos batiendo unos 10 s, sin mover y, pasado ese tiempo, movemos un poco hacia arriba la batidora. Esperamos 5 s más, después ya podemos subir y bajar más constantemente, mientras vamos agregando el resto de los ingredientes: 1 cda. de salsa inglesa, 2 anchoas picadas, 50 g de queso rallado, 1 diente de ajo picado, 1 cdita. De mostaza de Dijón, 1 cda. de jugo de limón y una pizca de pimienta negra molida. Se sirve fría y se mantiene en un frasco en la heladera como cualquier mayonesa.