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La tos tiene múltiples causas, la más común ocurre cuando un virus irrita las vías respiratorias que se encuentran entre la garganta y los pulmones, y la tos se produce para que el cuerpo se libere de las sustancias nocivas y así poder limpiar los pasajes.
De igual manera, la tos la pueden sufrir tanto los niños como los adultos, siendo mucho más común en los niños muy pequeños y los adultos más mayores.
También se encuentra la tos crónica, la cual puede ser signo de alguna otra enfermedad.
Tipos de tos
• Tos seca (o tos improductiva): no presenta ninguna expectoración.
• Tos productiva: produce expectoración y flemas.
• Tos asmática: es un tipo de tos seca acompañada de dificultad respiratoria producida por el asma.
• Tos aguda: cuando la tos comienza en forma repentina.
• Tos crónica: cuando un episodio de tos tiene más de 15 días de duración. Este tipo de tos permanente suele causar la irritación de la tráquea y laringe a causa de la violenta expulsión de aire e, incluso, puede ocasionar dolor intercostal.
• Tos convulsiva: es una tos violenta que consiste en una sucesión muy rápida de distintos episodios de tos.
• Tos seca falsa: es cuando se produce mucosidad, pero en vez expulsarse con tos, se deglute.
• Tos psicosomática: es un tipo de tos común en personas muy nerviosas o que, al hablar con otras, se ponen a toser repentinamente.
En cuanto a la tos simple, para aliviarla se puede encontrar una gran variedad de remedios caseros que son tan útiles o, incluso, mejores que un compuesto farmacéutico.
Remedios caseros para la tos
• Limón y miel de abejas. Una excelente pareja para tratar y mejorar los síntomas de la tos nocturna, por lo que se debe tomar justo al momento de acostarse. Simplemente hay que calentar una taza de agua a la que se le agrega una cucharada de miel y una de jugo de limón. Esta preparación se debe tomar caliente e inmediatamente meterse bajo las sábanas, de esta manera se sentirán mucho más sus efectos calmantes. Este remedio descongestiona especialmente la garganta y las vías respiratorias, evitando los episodios de tos. Después de haber tomado este preparado, no se debe beber nada frío.
• Baño caliente. Se aconseja debido al vapor, ya que suaviza las vías respiratorias, y afloja la congestión nasal y las flemas en garganta y pulmones. Pero atención: si sufre de asma, puede ser contradictorio.
• Té de pimienta negra y miel. Este remedio se puede utilizar para la tos húmeda. Se debe mezclar té de pimienta y miel. La pimienta ayuda a la circulación y el flujo de flemas, mientras que la miel es un alivio natural de la tos. Bastará con utilizar una cucharadita de pimienta, dos cucharadas de miel, juntan todo en una taza y llenarla de agua hirviendo; se deberá tapar durante 15 min antes de beberlo.
• Té de tomillo. Las hojas de tomillo son un potente y efectivo remedio que calma la tos y, a su vez, relaja los músculos de la tráquea, al tiempo que disminuye la inflamación.
• Beber mucha agua. Alivia la tos, ya que ayuda a sacar la mucosidad y mantener húmedas las membranas.
• Té de jengibre. El jengibre tiene capacidades antihistamínicas y descongestionantes. Se prepara una infusión con 12 rebanadas de jengibre en una olla junto con tres tazas de agua. Dejar hervir unos 20 min. Después, colar y añadir una cucharada de miel y un limón exprimido. Siempre dejar reposar las infusiones unos minutos antes de beberlas.
Para los niños
• Paños tibios. Cuando un niño comience a toser, se puede calentar algunos paños con la plancha y ponérselos en el pecho. A medida que se enfríen, se deben reemplazar por otros calientes. Este consejo de las abuelas ayuda a aliviar la tos en niños pequeños.
• Vapores de mentol o eucalipto. Poner al fuego un recipiente con agua. Cuando comience a hervir, añadir algunas porciones de mentol o ramas y hojas de eucalipto, y retirar el recipiente del fuego. Acerque al niño para que respire el vapor que desprende. Si va a taparlo con algún paño o toalla, introduzca su cara junto a la de él, porque el vapor de agua puede quemarlo y solo de esta manera podrá comprobar si está demasiado caliente.
• Mentol en la planta de los pies. Untar mentol en las plantas de los pies del pequeño y cubrirlas con medias y zapatos para que no se toque. Enseguida se le aliviará la tos persistente.
• Ofrecerle abundante agua. Agua natural, a temperatura ambiente y, si es posible, con unas gotas de limón y miel.
• Evite los caramelos e invítelo a jugar juegos pasivos, para que no se altere y comience a toser.