Pollo à la King

Un plato clásico que se elabora con ingredientes que están al alcance de todos es fácil de hacer y el resultado sabe muy bien. La expresión “à la” viene del francés y significa “a la manera de”. De allí que hay muchas otras preparaciones que se definen como “à la King”, en las que el ingrediente principal se sustituye por otras carnes como pavo o cerdo, o por pescados y mariscos, como salmón o camarones.

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Los ingredientes básicos de una elaboración “à la King” son los pimientos morrones verdes y rojos, los champiñones y una salsa cremosa elaborada con manteca, leche y caldo de ave espesado con harina, un poco de jere,z y adicionado con pimienta blanca y sal. Hay algunas recetas que varían el tipo de hongos o que incluyen trufa negra entre sus ingredientes; quizá esta haya sido una incorporación de la cocina francesa. Se trata de la salsa con la que se acompaña el pollo cortado en dados, tradicionalmente servido sobre pan tostado o con arroz o fideos.

Versiones sobre el origen

Alrededor del origen del plato hay muchas historias. Una de ellas cuenta que fue creado en la década de 1880 por el chef del famoso restaurante Delmonico’s, el francés Charles Ranhoffer, bajo petición del adinerado criador de caballos Foxhall P. Keene, siendo su nombre original “chicken à la Keene”, pero que posteriormente se modificó la escritura para conocerse como pollo à la King. Otra leyenda también alude el origen de este plato a la familia Keene, pero argumentan que su creador fue un chef del Hotel Claridge de Londres.

Otras historias señalan que fue creado en la década de 1890, otorgándole la idea al chef George Greenwald del Hotel Brighton Beach de Nueva York, al que le encantaba crear nuevos platos para sus mejores clientes. En este caso, el nombre del plato viene por los primeros comensales que lo probaron, el señor y la señora E. Clark King, propietarios del hotel, y a ellos les gustó tanto que el chef lo incluyó en el menú.

Una cuarta versión alude a la creatividad del cocinero del Hotel Bellevue de Filadelfia, William King, allá por el año 1890. En cualquier caso, tras aparecer en algunos libros de cocina años después, fue un plato muy popular en todos los restaurantes norteamericanos durante la década de 1920. Aún hoy se comercializa en forma de una salsa envasada prelista para servir con pollo.

Ingredientes

Para 6 personas

1 pollo cocido

3 cdas. de manteca

1 cebolla

1 locote rojo

1 locote verde

1 diente de ajo

250 g de champiñones

3 cdas. de harina

1 taza de caldo de pollo

1 taza de leche

Sal, pimienta y nuez moscada molida

1 cda. de jerez o coñac

2 cdas. de perejil picado

1 Cortar la carne del pollo en cubos y las verduras en brunoise.

2 Derretir la manteca y saltear la cebolla, el ajo y los locotes. Añadir los champiñones y saltear hasta que estén tiernos.

3 Incorporar la harina para formar un roux (*), añadir el caldo de pollo y la leche, y llevar a ebullición. Continuar removiendo hasta que espese la salsa.

4 Agregar el pollo cocido, los condimentos y el jerez o coñac. Cocinar por 5 minutos más antes de servir sobre tostadas, espolvoreado con el perejil picado. También puede acompañar con puré de papas, pasta o arroz.

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