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El pimiento (ají, morrón o locote) es una verdura de elevado contenido en vitamina C (el triple que los cítricos). Entre las muchas virtudes que tiene está su riqueza en fibra vegetal, que favorece el tránsito intestinal; en sustancias minerales y su bajo aporte calórico, que lo hace ideal para consumir en una dieta. Son uno de los ingredientes principales de la famosa salsa criolla, que lleva también cebolla y locote cortados en cubitos pequeños. Se pueden preparar de muchas maneras, pero algunos de ellos requieren pelarlos previamente, así que primero veamos cómo pelarlos sin complicarnos demasiado.
Al horno
Los pimientos grandes y carnosos resultan ideales para asar al horno. Precalentar el horno a 180 ºC.
Método 1: envolver cada pimiento en papel de aluminio y colocarlos sobre una asadera (así no ensuciamos ni la bandeja ni el horno). Hornear durante 30 min. Apagar el horno y dejar los pimientos adentro hasta que se enfríen. Estos “sudan” dentro del papel de aluminio y, al enfriarse lentamente, se pelan con muchísima facilidad. Los podemos dejar un par de días en la heladera, dentro del papel de aluminio antes de pelarlos, y quedarán igual de jugosos como si los acabáramos de asar.
Método 2: colocarlos directamente, enteros sobre la bandeja, rociarlos todos con un hilito de aceite de oliva (y un poco de sal fina si lo desea) y cocinarlos hasta que la piel se ponga negra. Habrá que darlos vuelta cada 20 min. En total, el proceso puede durar una hora. No se preocupe si se queman un poco, le dará más sabor al plato.
En la sartén
Colocar los pimientos en una sartén profunda, regarlos con un hilo de aceite, (y sal) asar a fuego lento, dando la vuelta a medida que vemos que empiezan a quemarse por cada cara.
Al fuego
En una parrilla con el fuego fuerte (de leña o carbón) vamos asando los pimientos. Hay que dejar que el fuego los queme directamente y, cuando estén “negros” por todos los costados, con unas pinzas los vamos sacando y sumergiéndolos en un balde con agua fría, para que se enfríen y podamos limpiarlos sin quemarnos. Una vez fríos los pimientos, los limpiamos tirando con suavidad de las pieles que se han quemado al asarlos, ayudándonos de otro balde con agua fría.
En la olla a presión
Lavar bien los pimientos y ponerlos en la olla exprés. Regar con un hilo generoso de aceite. Tapar la olla y contar 5 min desde que empiece a pitar o a girar la válvula. Apagar el fuego y dejar que suelte el vapor antes de abrirla.
En el microondas
Partimos los pimientos por la mitad, eliminamos el pedúnculo, y los limpiamos de pepitas y de los nervios blancos internos. Los ponemos en una bandeja boca abajo y los rociamos con un chorrito de aceite. Tapamos con papel film, o una tapa apta para microondas, y ponemos entre 5 a 10 min a potencia máxima. Comprobamos el punto de cocción, y lo dejamos tapado para que reposen y se enfríen.
Preparación
Método 1: para pelar los pimientos, es mejor ponerlos —una vez asados— en una bolsa de plástico y cerrarla bien. Esperamos a que se templen o enfríen y se pelarán con facilidad. Hay que aprovechar todos los jugos de la cocción y de la bolsa para nuestras ensaladas o recetas, porque aportan mucho sabor.
Método 2: los pelamos directamente, enjuagándolos con agua fría y, luego cortándolos en tiritas.