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Romper el molde. No es necesario que todos los muffins sean iguales. Podemos hacerlos dulces y salados a la vez, solo tenemos que preparar la masa base y darles el toque final con trocitos de chocolate, frutas picadas, jamón, panceta, quesos, tomatitos, o lo que se nos ocurra. ¡Cena y postre en el mismo molde!
Usar el dorso. Los huecos que quedan al dar vuelta el molde también nos pueden ser útiles para hacer recipientes de masa. Podemos aprovechar, por ejemplo, la masa de empanadas y darle una simpática forma de tulipa. Se hornean a 180 °C hasta que estén doradas, se dejan enfriar y, luego, se rellenan a gusto.
Para servir helados. En cada hueco colocamos los famosos pirotines que se venden en las casas de cotillón. Pero en vez de rellenarlos con masa para hornear, directamente servimos una bocha de helado en cada uno. ¡Qué original!
Para congelar. Los restos de sopa, salsas y guisos livianos se pueden congelar en estos moldes para luego obtener rápidamente una porción individual. Incluso, una vez congelados, podemos retirarlos del molde y guardarlos (ya con la forma adquirida) en otro recipiente o bolsa plástica.
Para servir aderezos. Esta idea nos viene genial cuando tenemos un evento o reunión de amigos. Así, rápidamente tienen al alcance de la mano las distintas variedades de salsas y aderezos para sus hamburguesas, panchos, o lo que sea…
Con pan de molde. Es muy fácil, solo hay que remojar el pan de molde en una mezcla de huevo y leche, de modo que quede apenas humedecido para que se pueda doblar y adquiera la forma del molde. Rellenamos con huevo o queso crema y cocinamos al horno a 180 °C. Una pseudo french toast.
Pasta infantil. Los más chiquitos van a adorar esta forma de comer pasta. Hay que humedecer el molde con aceite, colocar los fideos en forma de nido y adentro ubicar salsa, o un huevo o queso. Hornear a 180 °C hasta que los fideos se noten tostados y el nido quede firme.
Molde de masa. Usamos el dorso del moldecito de muffin para forrarlo con una masa quebrada casera, que luego cocinamos al horno y utilizamos como recipiente para servir un helado o un delicioso postre.
A base de huevo. Los moldes de muffins nos permiten experimentar con todo tipo de recetas a base de huevo, como si fueran tortillas, pero con una hermosa forma de budincitos y en porciones individuales. Vale para todo tipo de ingredientes.
Guarda tutti. Su forma es ideal para guardar todo tipo de cositas pequeñas, como aritos, alfileres, ganchos, botones… Incluso, podemos poner unos vasitos descartables y acumular lápices y pinceles. Los más chicos van a adorar esta idea.
Cubitos con sabor. Megacubitos de hielo a los que podemos agregar una rodaja de limón u otras frutas, incluso –¿por qué no?– flores comestibles, que harán que tus tragos se vean superoriginales y divertidos.