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El café es un alimento controvertido, ya que de él se ha hablado mucho sobre su influencia en el peso corporal, en la presión arterial y en demás aspectos de la salud de las personas. Sin embargo, los estudios han demostrado que puede beneficiarnos si lo consumimos en cantidades moderadas y solo es perjudicial si nos excedemos con su ingesta. Es decir, su efecto en el organismo depende de la dosis, y se sabe que unas dos a tres tazas de café a diario, lejos de perjudicarnos, pueden ofrecernos grandes ventajas.
¿Es adictivo el café?
El efecto adictivo que puede producir el café se debe al estímulo que produce la cafeína sobre el sistema nervioso central, pero solo dos o tres tazas para mantenernos alerta o concentrados en determinados momentos no causarán una sensación de dependencia hacia al café.
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Esta misma estimulación sobre el sistema nervioso justificaba anteriormente su prohibición en personas con hipertensión arterial o en quienes deseaban adelgazar; sin embargo, el café no engorda ni eleva la presión arterial, exceptuando que abusemos de él y genere irritabilidad, ansiedad y nerviosismo.
Cuáles son los beneficios del café en la salud
- Ayuda a prevenir el cáncer, sobre todo cuando se ingieren entre 1 y 3 tazas diarias, pues contiene gran cantidad de polifenoles antioxidantes. Los efectos preventivos son mayores en cáncer de colon, mama, próstata y recientemente se sabe que el café puede prevenir el cáncer de piel provocado por la exposición excesiva al sol, debido a su gran contenido de cafeína.
- Estimula el sistema nervioso central favoreciendo la concentración y memoria, así como el rendimiento físico. El estímulo que produce la cafeína sobre el sistema nervioso central contribuye a reducir la fatiga e incrementa el rendimiento tanto en actividades mentales como deportivas. Ayuda a conservar la concentración y mantenernos despiertos, activos y de mejor humor. Se ha observado que su consumo reduce también el riesgo de sufrir depresión y, al mismo tiempo, ayuda al momento de rendir exámenes por favorecer la atención durante el estudio.
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- Reduce el riesgo de sufrir enfermedad de Parkinson y de Alzheimer, ya que la ingesta de 1 a 3 tazas de café por día se asoció a menor incidencia de estas dos patologías.
- Protege ante la diabetes si se consume con moderación, según indica un estudio realizado en la Universidad de Sydney, en el que se comprobó que por cada taza de café la probabilidad de sufrir diabetes tipo 2 se reduce en un 7 %, aun si el café es descafeinado.
- Es fuente de flavonoides antioxidantes que ayudan a reducir enfermedades cardiovasculares.
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- Por último, es importante saber acerca de los nutrientes de una taza de café, pues si bien no llega a ofrecer 5 kcal por taza, sí nos ofrece magnesio, potasio, calcio, fósforo y cafeína.
Cómo sentimos el café
Al menos cuatro de nuestros sentidos se despiertan por el café: la vista, el tacto, el olfato y el gusto. La vista desempeña un importante papel para que podamos apreciar el café, con el color, que puede ser desde el castaño claro hasta llegar al casi negro, se puede saber el tipo de tostado al que ha sido sometido. También la vista nos permite apreciar si el café se presenta nítido y brillante, o turbio y apagado.
El olor de los granos recién molidos despierta en los aficionados al café las primeras sensaciones estimulantes. Un café recién hecho extiende su aroma permitiéndonos prever cuál será su degustación.
Con el gusto encontramos en el café los factores básicos que forman el sabor (dulce, salado, ácido y amargo), los percibimos con la lengua, aunque también es muy importante la saliva, ya que diluye la sustancia cuyo sabor analizamos.
Tocar el café nos permite apreciar la densidad y los elementos grasos de distinto tipo.
A todo esto podemos agregar que es muy sabroso y placentero beber una taza de café recién elaborado, ya sea frío o bien caliente. Por lo tanto, bebiendo con moderación, el café puede colmarnos de efectos positivos que contribuyen a la salud del organismo.